Son muy poquitas las
veces, para qué nos vamos a engañar a estas alturas de la película, en las que
músicos más o menos de postín (o no) con una carrera notable deciden aparcar
sus proyectos para unirse en una aventura conjunta con fecha de caducidad que
acabe por atraparnos de todas, todas. Un ejemplo histórico es el de mis amados
Crosby, Stills y Nash que con Young o sin él se juntaron para hacernos
estremecer el corazón y derretirnos el alma. Eso sí era un supergrupo del copón
se mire por donde se mire y dejémonos ya de gaitas!, pero aunque nos gustaría
que eso pasase más a menudo la verdad es que los amiguetes que consiguen
entregar un producto con "cara i ulls" son muy pocos. Últimamente me
gustaron sobremanera un par de bandas de esa calaña. Por un lado están con un
disco más que lindo, bonico del to, los Monsters of Folk que no son otros que Jim
James de My Morning Jacket, Conor Oberst y Mike Mogis de Bright Eyes, y M. Ward. Y por otro lado
estaban Them Crooked Vultures formado por Josh Homme (Kyuss, Queens of the
Stone Age), Dave Grohl (Foo Fighters, Nirvana) y John Paul Jones (Led
Zeppelin), con su disco rocanrolero homónimo para hacerme disfrutar como un
adolescente. Si no me equivoco en los últimos años ningún
"supergrupo" ha conseguido engatusarme como estos dos, y lo que han caído en mis manos has ido regulería pura o simplemente una auténtica mierda,
acordaos del grupito de Jagger, no era heavy era superheavy de horroroso.
Llegué al track 3 y ahí se acabó todo. Menuda bazofia. Pues bien, en el primer
grupo, en el de las regulerías me atrevería a colocar a los Little Willies.
Esta banda acaba de publicar su segundo disco, el primero estaba en mi humilde
opinión algo mejor, el cual tenía en su mayoría versiones de grandes artistas y
algún que otro tema propio. The Little Willies son Richard Julian como vocalista, Jim Campilongo
a la guitarra, Lee Alexander al bajo, y Dan Rieser a la batería, que así de
primeras puede que no os suenen mucho pero son grandes músicos, teniendo el
amigo Julian una carrera en solitario interesantilla. Pero es que al grupo le
falta la guinda. Le falta Norah Jones que además de ser la hija del Maharishi más
famoso del planeta, de tener esa voz preciosa, de tocar el piano como los
ángeles y de estar requetebuena es la encargada de liderar la banda. Vale que
no es un supregrupo en toda regla pero sí es una reunión de amiguetes/músicos
para hacer un proyecto diferente a lo que suelen hacer habitualmente.
Resultado: regulero.
The Little
Willies - "For the good times" (2012): 01.- I Worship You/ 02.-
Remember Me/ 03.- Diesel Smoke, Dangerous Curves/ 04.- Lovesick Blues/ 05.-
Tommy Rockwood/ 06. Fist City/ 07.- Permanently Lonely/ 08.- Foul Owl oN The
Prowl/ 09.- Wide Open Road/ 10.- For The Good Times/ 11.- If You’ve Got The
Money I’ve Got The Time/ 12.- Jolene.
Este segundo disco ha
sido titulado "For the good times" y reconozco sin pudor que una vez
cuelgue esta crítica en la Isla pocas veces más va a sonar en casa, creo que no
volveré a escuchar ninguna de sus canciones si es que no lo hago en el hall de
algún restaurante mientras espero mesa o de fondo en algún ascensor o consulta
médica. El disco no ha sido ni descargado ilegalmente. Perdón por este pequeño
inciso pero ha llegado un momento en nuestras vidas de tanta facilidad para bajarte
cosas por la patilla que sinceramente un servidor acaba por dejar de
bajárselas, pago religiosamente mi Spotify, escucho lo que me apetece, hago mis
primeras escuchas y de ahí a rascarse el bolsillo si la ocasión la merece, y
esta ocasión no ha merecido rebuscar por mis agujereados bolsillos aunque
deseaba que fuese un pelotazo, algo como me pasó con el disco de Daniel Martin
Moore el año pasado pero nada que ver, nada. Volviendo al tema y sin querer ser
cruel ni desconsiderado, y en honor a la verdad tampoco es una mierda de disco,
no es el capricho del amigo Mick. No, no. Aquí hay buenos músicos, que tocan y
cantan de maravilla, hay unos arreglos acojonantes, bonicas melodías y en
definitiva un profesionalismo del copón pero, amigos, aquí no hay alma o yo no
la sé encontrar. No me transmite absolutamente nada de nada y os aseguro que
media docena de escuchas le he dado esperando que se me apareciese la Virgen. A
destacar: “Remember me”, “Diesel smokes, dangerous curves”, “First city” y la
canción que da nombre al disco. Este 2012
hasta la fecha me tiene destrempado completamente en lo musical. Me aburro. No
hay nada, de momento, que me llame la atención así que a falta de mis deseados
lanzamientos que comienzan a aparecer a mediados de febrero tiro de clásicos y
superclásicos, porque yo me pregunto una cosa, que necesidad tiene un terrícola
de escuchar a los Little Willies si puede recurrir a Kristofferson, Van Zandt,
Jennings o Nelson por citar a cuatro grandes. Y es que es necesario algo más
que música agradable y una cara bonita para llevarme al huerto… o no.
si, a mi tampoco me ha gustado mucho. Esta muy bien tocado y producido, pero esta vacio de feeling.saludos,
ResponderEliminarBuf, yo no lo hubiera explicado mejor, y además tales argumentos son aplicables a infinidad de estrellitas y estrellas del firmamento mundial. Digo esto con solo la escuha de una canción, pero es que... no, va a ser que no. En cambio en la misma linea ascensoril y restaurantil, si es que quieres escuchar algo menos conocido y con más calidad, te recomiendo My Darling Clementine, canela fina, escucha el primer video que veas en youtube y ya me cuentas.
ResponderEliminarSaludos Nikochan
Prefiero muchisimo mas su primer trabajo!Como bien dices le falta bastante alma!
ResponderEliminarun abrazo
De los nuevos discos de 2012 hasta ahora me quedo con "Voyageur" de Kathleen Edwards
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