Simple. Bonico. Adictivo a tope.
Barato. Escandalosamente económico. 0,70 céntimos. Visualmente cojonudo. Lo tiene todo.
Además te hace darle a la quijotera que es un contento. Lo puedes
jugar en casa, en el sofá, en el bus, en el metro, en el cagadero.
Donde quieras, allí estará. Sin duda el juego “Cut the Rope” se
ha encaramado al primer puesto en juegos tecnológicos en lo que va
de año en la Isla nikochiana. Un juegaco como así lo corroboran sus cifras de venta. Una
ingeniosa y maravillosa locura que consiste únicamente en consegurir
que la rana se coma un caramelito con la única ayuda de unas cuerdas
que tendremos que ir cortando para hacerla llegar a su tripita. Habrá
infinidad de fases y retos, de habilidad y de ingenio, que nos darán
muchas horas de diversión. Zeptolab es el estudio creador de esta
joya que da tropecientas vueltas a los Angry Birds de las narices, auténticas
estrellas de los juegos para móviles, aunque no os lo podáis creer.
Y nada más por hoy, bueno sí, que lo consigáis ya, que lo juguéis
y cuidado, que vicia lo que no está escrito.
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