Sean Scolnick es un loco y delgado jovenzuelo con un talento
musical acojonante que nació en Langhorne, Pennsylvania allá por 1980. Como en muchas
otras historias el amigo Sean acaba formando una banda, rebautizándose como
Langhorne Slim y mudándose a la Gran Manzana en busca de fama, éxito y fortuna.
Sus influencias son básicas para entender a este artistazo, desde Dylan,
obviamente, pasando por The Kinks, The Incredible String Band hasta llegar al modernete
y rey del Indie americana de los noventa, Beck. Casi ná. De todas maneras su
particular voz le hace desmarcarse de los nombres citados y su destreza para
combinar el country-rock americana con los sonidos actuales le hacen un tipo
especial al que se debería seguir la pista. Todo empieza en 2004 con la
aparición de un Ep titulado “Electric love letter” que contenía la canción del
mismo nombre que es la repanocha y “Loretta Lee Jones” que no le va a la zaga. Con
semejante carta de presentación al tipo no le falta tiempo para trabajarse su
primer Lp, que llega a mis manos a finales del 2005 encandilándome y volviéndome
adicto a su música.
El artefacto en cuestión es “When the sun’s gone down” y
como digo apareció en 2005. El disco es un diamante en bruto, una joya por
descubrir, una inmensa y deliciosa colección de canciones que aún hoy sigo
disfrutando como si del primer día se tratase. Están las dos canciones destacadas de su Ep
muy bien acompañadas de cañonazos como “In the midnight”, “And if it’s true”, “I
ain’t proud” y por supuesto “Mary”. Si aún no habéis catado este manjar de
dioses ya tardáis, no os arrepentiréis, como digo es cojonudísimo. Considero este disco como uno de los mejores discos de debut de los últimos años y tengo la certeza que conforme pasen los años ganará en consideración pues tanto al disco como a su autor se les tiene incomprensiblemente algo ninguneados.
El amigo Slim tarda un poco en recuperarse del tímido éxito
en su país de origen. Muchos conciertos donde se suelta la melena y hace
trabajar como condenados a sus riñones pues es sabido que le gusta el alcohol
un poquitín y sus conciertos eran/son una fiesta tabernera. Aparece otro Ep en
2006 llamado “Engine” y en 2008 ya junto a los War Eagles despacha su retorno
titulado “Langhorne Slim & The War Eagles”. Más instrumentación, más ritmo,
mejores acabados, mayor riqueza general y una colección de canciones que quitan
el hipo. Su mejor trabajo hasta la fecha? Seguramente. "Rebel side of heaven”, “Sometimes”,
“She’s gone”, “Tipping point”, “The honeymoonm” y por supuesto “Colette” que
suelo cantar en la ducha sustituyendo ese nombre por el de Arlet (mi hijita,
claro). Discazo insaltable, injustamente olvidado en las listas de lo mejor de
la década pasada pero como digo a mi me parece esencial, vamos, de obligada compra.
Finalmente en 2009 nos trajo “Be set free” que en mi opinión
encuentra el equilibrio entre su primer trabajo y su demoledora continuación. La canción que abre el disco es simplemente deliciosa, la mano del productor Chris
Funk (miembro de The Decemberist) se nota mucho. “Back to the wild” es un caramelito que no está
solo, “Say Yes”, “I love you, but goodbye”, “Cinderella”, “Sunday by the sea”, “Yer
wrong” y “Leaving my love” visten al disco de etiqueta. Un gustito
recurrir a él una y otra vez. Dije antes que su segundo disco era el mejor? O es
este? O el debut? Bueno, los tres son cojonudos. Las buenas noticias son que
Langhorne anda metido en el estudio trabajando en el que será su cuarto disco,
y me da en la nariz que es el momento de que ese disco le catapulte al éxito,
desde luego por un servidor no será. Me tiene a sus pies, esperando su nueva
entrega. Si aún no habéis caído rendidos a su música a qué estáis esperando?
bueno alla voy, creo que escuchado algo alguna vez, pero no en profundidad. Por cierto, ya estas tardando con Charles Bradley
ResponderEliminarEstoy con ello.....
ResponderEliminarBe set free es de los discos más acojonantes de un songwriter de los últimos años...es que me flipa, además es variado y muy, muy bello.
ResponderEliminarChapeau amigo Niko! En los anteriores no me he metido por falta de tiempo y por cuestión de centrarse...ya sabes no?
Da gusto encontrarse con alguien que siente la misma pasión por un artista al que, efectivamente, se le hace de menos.
ResponderEliminarMe acuerdo todavía cuando compré en una especie de rastro en Glasgow su primer álbum que sigo disfrutando a día de hoy como la primera vez.
No sé si lo has visto en directo. Nosotros lo vimos en Madrid y si no eres de piedar es que te estalla el corazón del gusto.
Por cierto, otro detalle estupendo de Be Set Free es el dueto con un descubrimiento que tuve hace un par de años: Heartless Bastards y su cantante Erika, que al igual que Langhorne, tiene una voz muy especial y un disco tremendo: The Mountain.
"Langhorne Slim & The War Eagles" es un disco tremendo de bueno, artista como la copa de un pino grande.
ResponderEliminarSaludos.
Anónimo escocés: No tengo la dicha de haberle visto en directo. Me jode pues hace años en NY tocaba en un garito, yo aún no le conocía y pasé de él (tonto de mi) pues esa noche tenía cita en Blue Note que tampoco está mal. Desde entonces tengo una espinita.... Ah! ese disco que dice me lo apunto.
ResponderEliminarChupi: Bienvenido! y Sí, es un puto discazo.
Joserra: creo que en tu caso es mejor que comiences por el comienzo. Te gustará su debut, hay unas cancionacas locuelas con banjo que ni te cuento.
En Barcelona éramos escasamente unas veinte personas......Ofrecieron un concierto íntimo, casero (casi como un ensayo con público)y cálido que me dejó un cuerpo fantástico.....Saludos...
ResponderEliminarPues este espacio tampoco está nada mal, Nikochan. Me congratula darme de bruces con esta entrada sobre Langhorne Slim, uno de mis descubrimientos estrella del año pasado.
ResponderEliminarYo también me pasaré por aquí de vez en cuando, tienes exquisito gusto. Saludos de Curtains!!!!!!!!