
“Montezuma” abre el telón. La voz suena perfecta, preciosa, angelical. Las armonías y los coros me seducen sin compasión. Es sin duda una pieza perfecta para abrir el álbum, simplemente maravillosa. Luego una guitarrita juguetona nos presenta “Bedouin dress”, entra la batería y de nuevo, como no, esa magnífica voz de Robin Pecknold pero esta vez es un violín quién se lleva el protagonismo vistiendo de gala la tonadilla, y la instrumentación se va haciendo cada vez más importante y los coros acaban por arropar la canción y qué canción!. “Sim sala bim” no le va a la zaga, nos mete de lleno en una atmósfera de finales de los sesenta principios de los setenta donde nos parece escuchar por un momento a los CSN, qué puta maravilla, qué guitarra, qué final, eres tú Stills? Has vuelto por tus fueros? Ooooh qué maravilla! Ojito, qué llega “Battery Kinze” una de mis favoritas, que representa en esencia lo que son estos Fleet Foxes, nada nuevo pero con una calidad descomunal. Hasta el momento creo que superan con creces su anterior trabajo pero es que el disco sólo hace que crecer y crecer, es con “The plains/bitter dancer” que se me caen las bragas al suelo. Descomunal. Simplemente perfecta. Los coros angelicales que abren paso a una cancionaca que firmaría el mismísimo Crosby no tienen desperdicio, y esa flautita, qué me decís de esa flautita irresistible? Y de ese final para cantar a tutiplén en el concierto, en el bar, donde sea a pleno pulmón, a pecho palomo, joder, me pone los pelos de punta. A todo esto llega el single del disco, el que le da nombre, llega “Helplessness blues” con esa melodía que es imposible sacarte de la cabeza, una cancionaca de tomo y lomo, máxima candidata a canción del año junto a “Your fake name is good enough for me” de Sam Beam, otro que no se queda precisamente manco. El disco me tiene enamoradísimo y con la instrumental “The cascades” me meo toa, me sorprendo a mi mismo con los bellos de punta, emocionadísimo..., pensaba que tardaría años en volver a tener esa sensación escuchando una pieza instrumental. Y para colmo aún falta bastante disco, sin ir más lejos “Lorelei” es de mis preferidas, una joya, un diamante por descubrir. Qué melodía, qué coros, que savoir faire... Estupenda canción que sólo hace que confirmar que estamos ante un discazo insaltable que comienza a enseñarnos el final del camino con “Someone you're admire” que tiene un algo, un no sé qué de Simon & Garfunkel que me engatusa sin más antes de darnos una cancionaca de ocho minutos con multiples cambios de ritmo y secciones musicales que quitan el hipo, “The shrine/An argument” es estupenda de principio a fin, y Pecknold demuestra, si es que hiciese falta, one more time, que tiene una voz prodigiosa. Puro sonido folk de los setenta. “Blue stopped tail” y “Grown ocean” cierran el disco de forma inmejorable. Los Fleet Foxes han pasado sin ningún sobresalto ni apuro el difícil segundo disco, se han superado a si mismos firmando su mejor álbum, el mejor álbum posible, el mejor álbum del año hasta la fecha sin lugar a dudas.
¿De Seattle dices que son?
ResponderEliminarHabrá que echarles un vistazoo...
saludos!
Sí, aunque no esperes de ellos nada del sonido de los noventa que salió de la ciudad americana donde llueve 368 días al año...
ResponderEliminarestoy contigo al 100% en todo.Su nuevo trabajo es una delicia, como todo lo facturado por ellos hasta el momento.Una lastima que se tenga que ir hasta el Primavera Sound para poder verlos en vivo!
ResponderEliminarUn abrazo
Tsi/Jesse
habra que investigar a fondo, realmente has hecho un post con defensa a ultranza.. bien merece una escucha atenta. Gracias por la info.
ResponderEliminar