Me cuesta mucho entender porqué ese geniecillo de la gran manzana que lleva por nombre John B. Sebastian no está mejor considerado, siempre se lo dejan en el tintero cuando se habla de los fabulosos sesenta americanos, tal vez sea porque su música tiene un cierto paralelismo al de la british invasion o no, yo qué sé, la verdad es que me sorprende que no estén entre los mejores al elaborar las listas de turno, hasta yo suelo dejármelos, no tengo excusa ni perdón. Es por eso que hoy quisiera hablar de él, de su magnífica obra, de sus exquisitas canciones que suelen alegrarme y cambiar mi estado de ánimo.
Sebastian fundó en 1964 The Looving Spoonful junto a Zal Yanofski después de haber estado enrolado en varios combos. A esos dos pájaros les acompañaron Steve Bone y Joe Butler para completar la banda y así, de repente, apareció su primer Lp en 1965, un elepé llamado “Do you believe in magic” que contenía, claro, la canción del mismo título, un hit eterno que aún hoy suena fresco, una puta obra maestra del pop. Aquel disco no sólo tenía esa cancionaca, es todo un disco a descubrir, no te lo acabas, allí están esperándote “Fishing blues”, “Did you ever have to make up your mind”, “Younger girl”, “On the road again”..., una puta delicia. Un año más tarde llegó la esperadísima continuación, “Daydream” (1966) con, como os podéis imaginar, la canción “Daydream” como pieza principal, temazo!. El disco continúa por los mismos derroteros y en él encontramos piezas estupendísimas como “Jug band music”, “Didn't want to have to do it” y “You didn't have to be so nice”.
Muy atareados los Loving Spoonful sacan la banda sonora del film de Woody Allen “What's up, tiger Lily” que mayormente es instrumental y también en el 66 otro disco, “Hums of The Loving Spoonful” en los que el grupo de Sebastian encabió muchos de sus singles triunfadores como “Summer in the city”, “Nashville cats”, “Rain on the roof”... Tremendísimo para qué engañarnos pero además había joyitas de mis favoritas del grupo como “Darling companion”, “Coconut grove”, “Loving you”.. Un disco indispensable que define muy bien la esencia del grupo. A partir de aquí más bandas sonoras como “You're a big boy now” para Coppola, alguna que otra compilación, y otro disco llamado “Everything Playing” (68) grabado en difíciles circunstancias y que sería el principio del final. En 1970 Sebastian emprende su carrera en solitario y The Loving Spoonful dejan oficialmente de existir. Una pena.
La carrera en solitario de Sebastian no la llevo al dedillo precisamente, tengo que ponerme a ello eso es bien cierto, si bien conozco su primer disco que por cierto es bastante bueno, “John B. Sebastian” (1970) en el que John experimenta con el folk, el rock sin olvidarse de sus melodías perfectas y su retrogusto al country de Nashville. El disco comienza espectacular con “Red-eye express” y “She's a lady” pero tal vez la mejor canción ande por el ecuador del disco, hablo de “Rainbows all over your blues” faltaría más. Como digo después de esto le pierdo la pista y sinceramente tiendo a pensar que el tipo flojea y se pierde un poquito, me acuerdo de haber escuchado canciones suyas que datan de los noventa sin que despertaran en mi nada especial, pero seguramente estaré equivocado. De todas maneras para disfrutar correctamente de su música siempre es mejor recurrir a los Loving Spoonful, a cualquiera de sus tres discos o a alguna de sus estupendas compilaciones, sin ir más lejos yo tengo el “The very best of Looving Sponful” del 98 editado por Camdem con una portada psicodélica que no está nada mal pero más bonico sería el “Very best of” del grupo que fue editado por BMG allá por el 2004 con unos dibujos magníficos, la portada sin ir más lejos es una ilustración del grupo sentados en un banco de un parque buenísima y una selección de 18 temas indiscutibles. The Loving Spoonful es un grupo al que todos deberíamos acudir más a menudo, al menos todos aquellos que aún creemos en la magia.
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