Who you gonna call???

Eran mas o menos las ocho de la tarde de un jueves cuando sonó el timbre de la puerta. Me levanté lentamente rascándome uno de mis deseados y fornidos glúteos preguntándome quién coño sería. Al abrir la puerta me encuentro con el vecino del ático, un tal Joan, treintañero sospechoso de perder aceite, pelo a lo Mendieta, bien arreglado, educado, siempre correcto, atento, empalagoso, vamos, un comemierdas que me pregunta algo acongojado: “por casualidad, no tendréis una rata de cloaca como mascota?”. Leches!. Pensé para mis adentros, y para mis afueras le dije: “No. Tengo un gato. Y quién coño tiene una rata de cloaca como mascota?”. El tipo aunque algo imbécil percibe mi hostilidad y mi mala uva, me dice: Bueno, essssque, mira, yo bajaba de casa y delante de tu puerta había una rata, al verme se ha asustado, se ha tirado por el hueco de la escalera y ya no la veo, se habrá muerto?, pobre animal, era tan majooo…”. Me cago en diez!, será mamón, el tipo pregunta que si tengo de mascota una rata y encima le da pena el bicho, si es que, cuanto energúmeno hay en el mundo. Ya notoriamente de mala ostia le interrogo por las características del animal en cuestión, no sea que el tipo sea también corto de vista y fuese un hamster, una cobaya o un conejo, vete tú a saber… Pero no, el tipo está convencidísimo de lo que dice y dejándome con la palabra en la boca desaparece como un espectro al apagarse el temporizador de la luz de la escalera. La verdad, el comemierdas me deja intranquilo, mi futura esposa está preocupada porque al día siguiente una rata de alcantarilla le dé en la escalera los buenos días antes de irse a trabajar, así que tiro de pecho palomo y bajo a investigar, avisando puerta por puerta a cada vecino de lo sucedido. Una vez avisados, en la planta baja no hay señal alguna del bicho, abro la sala de los contadores del agua y nada, ni rastro. Una vecina con linterna en mano, que por cierto es bastante hijadeputa, descubre al bicho entre la pared y una bolsa, entonces a la velocidad de la luz subo de dos en dos los escalones que conducen a mi casa…. No, no huyo como podríais imaginar, voy por un arma, por una escoba. Ya armado bajo poco a poco los escalones, a mis espaldas, todo el vecindario, algunos incluso en pijama. Golpeo al bicho con la escoba, pero el muy cabrón grita y se mueve rapidísimo. Le vuelvo a golpear y el cabrón ataca a la escoba con una mala ostia acojonante, mientras los vecinos reculan unos escalones y ríen nerviosamente. Decido abrir la puerta que da a la calle, golpeo numerosas veces a la rata que en vez de salir a la calle intenta subir por la escalera, la vuelvo a golpear y se queda entre la puerta de salida y la pared, la muy puta no sale. Le intento dar un escobazo y la escoba se rompe, entonces miro a mi alrededor y como si mis ojos utilizasen un gran zoom visualizo un extintor, y disparo el gas violentamente hacia la rata que queda algo atontada aunque le quedan fuerzas para intentar subir la escaleras provocando el pánico vecindario, pero ahí estoy yo que golpeo con el extintor a la rata y ésta sale por patas calle abajo. Bicho fuera. Puerta cerrada a cal y canto. A salvo. En 2009 un comando formado únicamente por Nikochan, es decir yo mismo, uno de los mejores soldados del ejército intergaláctico, fue encarcelado por un delito que no había cometido. No tardé en fugarme de la prisión en la que había sido recluido. Hoy, buscado todavía por el gobierno, sobrevivo como soldado de fortuna, si tenéis algún problema y me encontráis, quizá podáis contratarme...... who you gonna call???