En 1964 Sergio Leone tenía listo el guión de una película, y trabajaba en el de otras dos, que revolucionarían el género del western, y que formarían la llamada “Trilogía del dólar”. Se rodaría en España con dinero italiano. Bajos costes y actores desconocidos definirían las bases del spaghetti western que nunca alcanzaría un nivel tan alto como con Leone. Para el papel protagonista Leone hizo llegar el guión a Henry Fonda pero éste ni se lo miró, luego intentó contratar a James Coburn pero su precio era muy elevado, y Charles Bronson pensó que era una ridiculez de film así que rechazó la oferta. Leone se tuvo que conformar con un chico alto, desgarbado, de mirada triste y profunda que había despuntado en una serie televisiva de vaqueros llamada Rawhide. El chico no era otro que Clint Eastwood y su particular y exitosa carrera tanto de actor como de director por todos es conocida. Eastwood interpretaría a un forastero americano que llega a un pueblo fronterizo con México, un tipo peculiar al que conocemos como “Rubio” o “Manco” pero del que nunca sabemos el nombre, por eso la saga también es conocida como “La trilogía del hombre sin nombre”, Eastwood además ayudó a elaborar la estética del personaje, incluso él mismo compró la ropa, el sombrero y por supuesto añadió ese cigarrillo a medias que sujeta con los dientes en todos los films. La trilogía de Leone se caracteriza por contener pocos diálogos en unas escenas muy largas que rozan en ocasiones el surrealismo, musicadas a la perfección y que suelen terminar en un emocionante e inolvidable clímax. Además una de las grandes bazas de la trilogía es su banda sonora, para realizarla Leone contó con su amigo de la infancia Morricone, otro crack, que diseñó una de las bandas sonoras mas recordadas de la historia del cine, consiguiendo un estilo único totalmente identificable. Los films no consiguieron en su época el reconocimiento de la crítica, pero curiosamente al público le entusiasmaban, y el boca a boca funcionó y hoy por hoy están consideradas todo un clásico, incluso por los críticos que hoy la veneran como una de las mejores trilogías de la historia, y es que esto de ser crítico es la ostia, pueden cambiar de criterio en cualquier momento y lo que antes era una gran mierda ser hoy una auténtica joya. Desde navidades podemos encontrar en las tiendas un pack edición de lujo con un libreto informativo lleno de magníficas fotografías y por supuesto el cd con la banda sonora de los tres films. Se lo van a perder?
“Por un puñado de dólares” (1964): Tras la muerte de Juárez, en México dominan la injusticia y el terror. Joe, un pistolero vagabundo, llega al pueblo fronterizo de San Miguel, donde dos familias se disputan el control del territorio, y entra al servicio del clan Rojo. Una noche, Joe es testigo del intercambio de oro por armas entre mexicanos y soldados de la Unión.
“La muerte tenía un precio” (1965): Dos cazadores de recompensas a la caza del mismo hombre deciden unir sus fuerzas para intentar encontrarlo juntos, aunque las motivaciones de ambos resultarán completamente diferentes.
“El bueno, el feo y el malo” (1966): Los protagonistas son tres cazadores de recompensas, en la búsqueda de un tesoro que ninguno de los tres truhanes puede localizar sin la ayuda de los otros dos. De esta forma, los tres hombres colaboran en apariencia, pero está bien claro que al final intentarán eliminarse mutuamente
Tiroriroriiiiiiií ... Sin ser los westerns (con tallarines italianos de por medio o no) santo de mi devoción la verdad es que la tercera siempre me ha entretenido bastante. ¿Las otras dos?...Tiroriroriiiiií...
ResponderEliminarPG: donde estén Borgnine y Holden bajo la batuta de Pekinpah que se quite el rey del poncho !