The Yakuza (1975)
Cuando un film es capaz de reunir al director Sydney Pollack (The way we were, 1973. Tootsie, 1982), a Paul Scharder (Taxi driver, 1976) y Rober Towne (Chinatown, 1974) como guionistas, y a Robert Mitchum (Cape fear, 1962) como protagonista absoluto solamente puede salir algo bueno. El film en cuestión apareció en 1975 bajo el nombre de “The Yakuza”, es un film mítico muy típico de los setenta que incomprensiblemente está infravalorado por la crítica y sobretodo por el público. En mi opinión con la sola presencia de uno de mis favoritos duros de Hollywood, Mitchum, el visionado del film es mas que obligatorio, pero si a eso le sumamos el buen hacer de Pollack y los guionistas de turno, el film se destapa como imprescindible. “The Yakuza” es uno de esos thrillers que abundan en los setenta interesantísimo, un thriller sobre la mafia japonesa y sus códigos de comportamiento tratados magistralmente con un ritmo acertado, un guión perfecto que tiene su dosis justa de violencia y a la vez está teñido de un toque místico y romántico que hacen de este film una pequeña joya oculta llena de escenas de acción espectaculares de gran intensidad, violentas y a la vez sumamente poéticas. Por otra parte la soberbia actuación de Mitchum viene acompañada por la estupenda labor del japonés Ken Takakura que además de su espléndida interpretación nos deleita con un abanico impresionante de artes marciales. SINOPSIS: Harry Kilmer es un ex-espía que conoce muy bien Japón, sus costumbres, su gente, su mafia, como se comporta la misma y como acercarse a ella. Su buen amigo George Tanner (Brian Keith) contacta con él para que le ayude a liberar a su hija de los Yakuza. Tras aceptar, Kilmer viaja a Tokyo donde tras muchos años volverá a encontrarse con su antiguo amor, la hermana de Tanaka Ken, un maestro Zen, con quién pretende aliarse para recuperar a la muchacha… Un film muy setentero este “The Yakuza”, un film imprescindible que marcó una línea a seguir por gente como Scorsese, violencia desmesurada mezclada con puro romanticismo, un film magnífico que incompresiblemente ha caído en el olvido pero que se mantiene fresco aún en nuestros días y que gente como Tarantino no deja de copiar una y otra vez. Una lección de cine de manos del poco valorado Sydney Pollack que nos dejó hace muy poquito, un director/actor y un film que nadie debería pasar por alto.
Aunque no soy un fan precisamente del desaparecido -no hace demasiado- Pollack, esta peli está tremenda. Además és la última gran peli con Mitchum como prota absoluto. Buen pelicuarro si señor.
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