Marathon Man (1976)

Estaba yo el otro día totalmente aplatanado en el sofá cuando en la televisión daba comienzo un film con una estética de lo más retro-kutranga que uno pudiese imaginar, entonces con unas letras rollo spectrum aparece sobreimpresionado “Laurence Olivier”, “Roy Scheider” y “Dustin Hoffman”. Toma, toma, toma. Que empieza Marathon Man señores!!! Me puse el traje y la corbata, los zapatos de Vuitton y venga, pa’lante. Qué film! La ostia. Ya no se hacen películas de este calibre. El protagonista de la historia no es otro que mi adorado Dustin que como muchos sabréis es mi favorito de esa tripleta que siempre sale a colación cuando se habla de los grandes actores que triunfaron por los setentas y ochentas. Porque ha hecho alguna vez Al Pacino algún papel en el que no sea Pacino? No quiero desmerecerle ni mucho menos, es uno de mis ídolos pero el tipo siempre hace el mismo papel, lo borda pero tampoco va sobrado de registros, igual que el excelente De Niro. Nombro diez films que me apasionen de la historia y en más de la mitad salen esos dos pájaros, pero lo de Hoffman es harina de otro costal. The Graduate, All the president’s men, Midnight cowboy, Tootsie, Straw dogs, Kramer vs Kramer, Rain Man, Papillon, Straight time o el magnífico film que nos ocupa, Marathon Man. La variedad y el riesgo no está reñida con la calidad en el caso de Dustin, un tipo de lo más normal siempre creíble y convincente en todos sus papeles. Su compañero de reparto Scheider siempre me gustó, film en el que sale film que asegura una calidad notable, y a Olivier, claro, hay que darle de comer a parte. Pero vamos a lo que vamos…

SINOPSIS: En Nueva York, Babe Levy (Dustin Hoffman), un universitario que está haciendo el doctorado en la Universidad de Columbia y que pasa parte de su tiempo libre preparándose para correr maratones, conoce a Elsa, una extraña mujer suiza con la que inicia una relación amorosa y que está extrañamente relacionada con un criminal nazi refugiado en Sudamérica (Laurence Olivier) y su botín, la búsqueda de dicho botín por el hermano de Babe (Scheider) es el detonante de esta insuperable trama.

El director de esta maravilla del cine de espionaje no es otro que el británico John Schlesinger, autor de aquella obra maestra con Hoffman llamada “Midnight Cowboy” y de cosas tan interesantes aunque no del nivel de las dos películas citadas como “De repente un extraño”, “Darling”, “Los creyentes”, “El juego del halcón”… Posiblemente con “Cowboy de medianoche” esta “Marathon Man” es su mejor película, y desde luego es el mejor reparto que ha tenido en su vida. El nivel actoral es de traca y tanto Hoffman como Olivier demuestran sin mucho esfuerzo porqué deben ser considerados como dos de los grandes intérpretes de todos los tiempos. No quiero destriparos mucho el film, tenéis que verlo o revisarlo lo antes posible. Qué peliculón! Qué escena la del diente!!! Pienso ensayarla una y otra vez con mi archienemigo Guzzest, me pido ser Olivier, claro. Oh! Qué lujo, qué gozada… y cuando me voy a dormir convencido de que Hoffman es el más grande al día siguiente en TCM me sirven en bandeja “Tarde de perros” de Lumet y Pacino y pienso, qué he dicho de Hoffman? El más grande es Al!!!