Cosas que explico cuando no tengo nada que explicar

Hoy me he levantado como un guiñapo. Vaya semanita llevo de mala salud! Madre mía! Ni Reagan poseída por el mismísmo diablo vomita con más fuerza y abundacia que el menda lerenda. Estaba yo el otro día por la tarde con un mal cuerpo de cojones hablando con una señora en la botica cuando le digo con pose seria: “disculpe un momento”, a lo que me voy rapidito al servicio y me pongo a sacar el estofado del mediodía y lo que quedaba de lo comido y bebido del día anterior que creerme era mucho. Me miro al espejo y un trozo de ternera en la barba provoca una sensación de asco tan bestia que vuelvo a vomitar, esta vez sólo ácido. Qué puto asco!. Luego fiebre, tembleques, dolor muscular... etc, etc, a todo esto no he cogido baja alguna no sea que se hunda la seguridad social por mi culpa pero poco a poco mejoro. Hoy mi santa esposa a la que le pegué mi simpático virus intestinal me ha dejado dormir un ratico más y me ha plantado a mi Arlet al lado en la cama para alargar un poco el sueño. Miro a mi derecha y veo a la niña más bonita del mundo roncar como una bellaca, miro a mi izquierda y veo a mi gato Numa hacer lo mismo. Vaya par! Cierro los ojos e intento coger el sueño, lo hago pero ni en diez minutos Arlet ya está tirándole de las orejas a Numa, el pobrecito gato que es más bueno que el pan y está ya algo viejuno me mira con tristeza y maúlla disimuladamente. Los separo y enseño a Arlet como acariciarle, lo hace a la decimonovena vez y Numa le hace un mimito de los suyos. Qué majos! Vuelven a ser amigos. Sí. Numa es un gato pero es un buen compañero, nunca se queja, escucha la misma música que yo, mira las mismas películas que yo, me escucha cuando le explico mis problemas. Sí, es un buen tipo. De eso no hay duda. Pero está mayor y yo ya sé lo que es perder a una mascota querida. Es durillo, por eso, sin querer me he puesto algo triste y he pensando en otras mascotas, las mascotas de algunos artistas que adoro, que se fueron y se quedaron más solos que la una. Estos como tenían talento les regalaron una magnífica canción, cosa que yo no podré hacer porque no sé ni tocar la pandereta. Y qué cojones, el nivel está muy alto. Sólo me han venido dos canciones de ese pelaje a la cabeza, pero qué cancionacas!!! Si sabéis alguna más vosotros no dudéis en dejar constancia de ello, no me valen canciones sobre un perro, un gato, un ratón.. No. Me interesan las canciones dedicadas a mascotas, que se les llama por su nombre y que son la repanocha. Para muestra un botón:

“MARTHA MY DEAR” (White Album) -1968: Oh! Deliciosa canción de uno de los mejores discos de todos los tiempos, del mejor grupo de todos los tiempos, de uno de los mejores compositores y cantantes de todos los tiempos. Cancionaca que se marcó el amigo McCartney, muchos creen que está dedicada a una chica llamada Martha (error!), otros como siempre creen que hay mensajes ocultos en las canciones de los Beatles y que está dedicada a una muchacha que se agenciaba Paul llamada Jane Asher, pero la verdad verdadera es que es simplemente una canción perfecta dedicada a su perra, con una melodía de piano genial y unos arreglos despampanantes. Puro Paul!

“DELILAH” (Innuendo) – 1991: joder con el mago Bulsara. Qué talento tenía! El tipo estaba ya en el otro barrio y antes que él nos abandone le deja su gata Delilah. Eso no se hace! El tipo se queda más deprimido aún si cabe mientras las dos perlas de Queen, el señor May y el señor Taylor, le apretan “cariñosamente” para que vaya grabando sin fin canciones para el futuro (para “su” futuro). Freddie hace ésta y Taylor dice que por ahí no pasa. Que es una mariconada (y lo es, claro que lo es). Pero Mercury se planta. La pones o me muero ahora mismo supongo que dice enseñándole los dientes. La canción entra en el disco gracias a Dios. No es una canción perfecta pero llega a mi corazón con facilidad y me hablanda el alma. Oh my, oh my, oh my, you're irresistible!