Una escapadilla a Rupit...
Nadie hubiese puesto la mano en el fuego, ni apostado algún que otro machacante por verme, a mi edad y con una hija de seis meses, abandonar el sofá y ponerme a hacer senderismo. Pero mira por donde que me estoy soltando. Este largo fin de semana nos escapamos a Rupit, de momento una excursión espectacular por el bosque con final en una catarata del copón (no sabía que teníamos cosas así por estos lares) y claro, dos comilonas de la ostia, porque eso, no lo perdono. Me voy a comprar una casa, una casa muy grande en el campo, en el campooo, eh-eh!
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