Al repasar las figuras vitales en el rock de los sesenta y setenta acostumbran a salir siempre los mismos nombres, estrellas que se han ganado por derecho propio el ser indispensables en esto del rock pero como en todo siempre se acostumbra a ser injustos con alguien. Es el caso de los rivales de Stones, Who y Kinks. The Small Faces eran tan buenos como estos en la misma época claro que luego cada uno cogió un rumbo diferente que los llevó donde todos sabemos. Aquellos Small Faces estaban formados por el increíble Steve Marriott, Ian McLagan, Kenny Jones y por supuesto por el personaje que hoy nos ocupa, el gran Ronnie Lane. Ronnald Frederick Lane nació el 1 de Abril de 1946 en Plaistow (England), junto a Kenny Jones y su batería formaron un grupito donde Lane tocaba la guitarra que dejó por el bajo al entrar en el grupo Marriott que introdujo a ese par de jovenzuelos en la música negra de Motown y finalmente formaron los Small Faces junto al teclista McLagan. Aunque Lane es el formador original del grupo la fuerte personalidad de Marriott, su forma de tocar la guitarra y su impresionante voz le convirtieron con suma facilidad en el líder del grupo quedando Lane en un bonito segundo plano. El grupo era pura dinamita y sin duda fueron la punta del iceberg del movimiento mod con singles impresionantes que están muy bien escogidos en el doble recopilatorio imprescindible “The Darlings of Wapping Wharf Launderette” el cual recomiendo encarecidamente donde aparecían joyas como “Here comes the nice”, “Green circles”, “Eddie’s dreaming”, “Itchicoo park”, “Tin soldier” y muchísimas más, un total de 50 cancionacas que incluso incluyen tomas en directo, rock de alto voltaje de la última época del grupo y por supuesto el disco enterico que les encumbró en leyendas y que es un verdadero clásico, hablo claro de “Odgen’s Nut Gone Flake”. Amén.
En 1968 los Small Faces entregan su mejor álbum que sigue la línea de “Sgt. Peppers”. La portada del disco es de las que hacen época, sus canciones son impresionantes. Toda la primera cara es una vacilada total y es que “Afterglow (of your love), “Rene”, “Song of a baker” y por supuesto “Lazy Sunday” son imbatibles, son clásicos instantáneos que te seducen y llevan al huerto con suma facilidad. Aún hoy suenan frescas y aún consiguen impresionar al personal. Pero claro, lo que nos espera en la cara b es acojonante, una historia narrada con magia donde las canciones van y vienen, destacando ese trallazo que es “Rolling over” y la estupendísima “Mad John”. “Odgen’s Nut Gone Flake” es sin duda uno de mis discos favoritos de la historia y eso creo yo es mucho decir. Pero bueno, los Small Faces tocan el cielo con el disco pero poco a poco Marriott necesita más, más guitarra, más rock duro, incluso cuenta la leyenda que gracias a Keith Richards provó para entrar en los Stones pero al ponerse a cantar el señor Jagger le vetó. De todas formas su personalidad no encajaba en el corralillo de Jagger/Richards, así que dejó a las caritas con el culo al aire y montó junto a un jovencísimo Peter Frampton el supergrupo de hard rock “Humble Pie”. Grupo que recomiendo encarecidamente y que es imprescindible para entender el movimiento hardrock que llevó todo al heavy que vino después. Lane no tenía la mínima intención de dejar abandonado su grupo, su idea así que junto a Kenny Jones y McLagan se pusieron a buscar sustituto.
En la movida musical de la época destaca sobremanera el grupo de Jeff Beck en el cual pasaban grandes figuras del rock cuando eran jovencitos y casi desconocidos, se hacían un nombre para luego abandonarle. Las dos últimas figuracas que dejaron a Jeff Beck con el culo al aire fueron ni más ni menos que Ron Wood y Rod Stewart, ambos hablaron con Lane y ficharon por el grupo. Dejaron de ser los Small Faces para convirtirse en The Faces, dejaron la esencia mod y el hippismo y viraron hacia el blues-rock stoniano. La voz de Stewart impresiona y uno entiende porque ese tipo hortera es tan famoso y reconocido. El grupo de Lane del 70 al 73 publica cuatro discazos inconmensurables aunque para principiantes es bueno recomendar la compilación “Good Boys When They're Asleep”. De Lp’s no hay ninguno malo pero particularmente me quedo sin dudar con el impresionante “Long Player” de 1971, un auténtico clásico nikochiano. En aquel disco encontramos tres trallazos de esos que quitan el hipo, hablo claro de “Bad’n’ruin”, “Sweet lady Mary” y “Had me a real good time” y como no la espectacular versión “Maybe i’m amazed” de McCartney. Discazo, discazo. Los Faces están que se salen pero la volada que está cogiendo Stewart comienza a tensar el grupo, lo hace tanto que Lane tira la toalla y se pira con la salida de “Ooh La la” (1973), lo que provoca una estampida general. Stewart comienza su exitosa y extraña carrera en solitario, Kenny Jones sustituye al difunto Keith Moon en los Who, Ron Wood se hermana con Richards y se integra como un Stone más, McLagan trabaja como músico de sesión de postín y como curiosidad se casa con la viuda de Keith Moon. Lane forma el grupo “Slim Chance” y comienza su carrera en solitario.
La carrera en solitario de Lane no tiene desperdicio y justamente ahora estoy profundizando en ella. Ya conocía su debut en solitario llamado “Anymore for anymore” y su continuación “Ronnie Lane’s Slim Chance” ambos del 74 pero nunca les he prestado la atención que se merecían a pesar de tener canciones cojonudas y tener ese sonido que suele engatusarme con facilidad. Tal vez mi mayor incursión en su carrera en solitario fue cuando colaboró con uno de mis ídolos, Pete Townshend, en el disco de 1977 “Rouge Mix”, imprescindible, lo prometo. El disco contiene material de lujo y colaboraciones que quitan el hipo como la de Clapton, Entwistle y Charlie Watts, además de contener la cancionaca Misunderstood que me chifla del todo. Durante la grabación del disco a Lane se le diagnosticó esclerosis múltiple que comenzó a joderle, se mudó a Texas y siguió involucrado en la música pero ya en un segundo plano. Ronnie Lane falleció en Colorado el 4 de Junio de 1997 debido a una pneumonía hijadeputa. Nos dejó un gran referente de la música, una figura imprescindible en la historia del rock que a veces se tiende a olvidar debido a la presencia de las megaestrellas multimedia. Sin él nada hubiese sido igual y los amantes del rock nos hubiésemos perdido infinidad de excelentes canciones y discos imprescindibles. Gracias Ronnie.
“Odgen’s Nut..." sería una adquisición vinilera, en el famoso formato "lata", como no hay dos pa la cole... No tenía ni idea de la carrera en solitario del prota de la entrada (mu interesante) pero, por de pronto, me has hecho venir ganas de atacar la antología de los Humble Pie que obra en mi poder...
ResponderEliminarPd: "National Ransom" se acerca cada vez más...