

El verdadero vicio obsesivo por este grupo me llega al descubrir su nuevo álbum “Be Brave” (2010) que es un discazo para nada moderno ni ambicioso, un disco directo que no se anda por las ramas y que no disimula su pasión por Jagger, Richards, Dylan y Ray Davies, y claro por toda la British Invasion. Ryan Sambol tiene mucho talento y está empezando a despegar, al escuchar su música podríamos jurar que pertenece a los años sesenta pero no podríamos estar más equivocados. El disco sigue con el estilo de su predecesor pero en general les ha salido mejor acabado, más redondo, no sé, hay canciones tremendas como por ejemplo “I see” que abre el disco. Uno piensa, joder, como molan los Kinks, pero no, es el puto Sambol. Luego con “A walk on the bleach” nos demuestran que también pueden rocanrolear, las guitarras herederas de Chuck Berry y los Stones se abren paso y a uno le viene en mente esa forma de tocar tan sucia y polvorienta de The Strokes. Finalmente con “Be Brave” te llevan al huerto y te enamoran, ya no hay marcha atrás, esta sí es una canción para escuchar follando, qué grande, qué orgásmica y adormilada, me encanta todo de ella, me encanta ese saxo enloquecido, extasiado y con resaca que se asoma a lo loco. Buenísima. Después de esto todo lo que llega es bien venido, “Between us” es una muy buena baladita, “Night Migth” remite directamente al joven Lou Reed componiendo sus primeras cosas para la Velvet, y por ejemplo “Dare I say” tiene ese toque Kinky que tanto me gusta. Señoras y señores he aquí un discazo.
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