PERDIDOS... ¿EN LA TWILIGHT ZONE?

Pobre Ricardus... Esto de Lost se acaba y la cosa, ni que sea más o menos o en la medida de lo posible, se va esclareciendo. Y, claro, a estas alturas (por muy hasta "lost" cojones que se esté) todo quisqui quiere enterarse de como termina el folletín. Un aplauso por la planificación y planteamiento de los productores que, por mucho que se quiera echar mierda o todo lo contrario, han hecho de la expectativa su principal y más poderoso aliado y, diría yo -en principio-, que mal del todo no les ha salido... No pretendo en esta entrada liarme con lo típico de "qué buena/mala" que és. Tampoco empezar a teorizar (porque sería un nunca acabar) así a saco sobre toooda la serie, en tooodos sus frentes abiertos (curiosa teoría, por otro lado, la de Nikochan... el tío está convencido de que los guionistas lo van recogiendo todo de las opiniones varias de los mil y un foros existentes sobre la serie y se van agenciando por la curra aquello que más les convence... vete tú a saber). El tema, en esta ocasión, va sobre un aspecto puntual (y muy determinante) de la serie: el supuesto galimatías entre Jacob y el otro tipo (al que se refieren como "su Némesis" en más de un sitio que he visitado de por las redes), y que es en definitiva el epicentro, núcleo argumentativo, madre del cordero, detonante o como narices se quiera decir, de todo el entramado... en relación a una cosica que mentaré a continuación. Desde luego que Lost es un "tomar prestado" de mil sitios distintos y como el ejemplo que en seguida resalto se pueden encontrar tropecientos más si uno se pone pero, mira que cosas, por capricho, o lo que sea, este en concreto me ha llamado la atención.(Jacobo y su primo Anselmo mirando zagalas en Castelldefels el fin de semana pasado para demostrarse mutuamente que no son gays)

Vámonos a principios de los 60 y a "La dimensión desconocida" (que es como los Beatles al pop por lo que toca a las series yanquis de fantasías varias... hace un cojón que existió y, si uno aparca efectismos y cucamonas varias servidas por la inevitable modernización del medio y se ciñe a argumentos, posiblemente aún no se ha superado). No me regodeo en lo enorme que fue aquel serial/ serie porque está de más (es perse de esos) y voy directa/concretamente al capítulo nº5 de la segunda temporada: "The howling man" ("el aullador", o "el que aulla", o "el aullante". o "el hombre aullando", etc.). Mucha gente que recuerda algo la serie (quien más quien menos) tiene algún capítulo que le marcó de alguna manera, o que rememora siempre de forma especial. En mi caso fue éste.
Sinopsis al uso: Un tipo (un soldado creo, pero tampoco es seguro) llega herido a una especie de monasterio trapense en medio de la noche. Ahí se restablece y tal y conoce a un monje con look a lo Moisés (el de la biblia no el del Español), con sus barbas y eso. Muy poco después (recordemos que esas primeras temporadas de "La dimensió desconeguda" dispensaban veinte minutos escasos por capítulo... vamos, que iban por faena) se extraña de una especie de aullidos que provienen de algún rincón del lugar. El tipo se pone a indagar y encuentra una celda donde está encerrado un hombre que le pide que le libere y que estos tíos son unos chalaos del copón... Irrumpe entonces el "Moisés" y le explica al otro que ese hombre (que tiene preso merced a una especie de bastón mágico-sagrado atravesado en la puerta y haciendo como de balda) es nada menos que el diablo y que como se escape se va a liar parda lo que no está escrito... Obviamente el muy zopenco se deja engatusar ante las lisonjas varias del reo y le acaba liberando... Entonces, en resumen: el ahora ex-preso le deja inconsciente, le salen cuernos, le crece la barba, y al poco tiempo se dan en el mundo una serie de acontecimientos tales como la Guerra de Corea, la Segunda Mundial, la Streisand... El capítulo acaba en el presente con el soldado, ya viejuno, explicándole a la chacha que ha dedicado su vida a cazar de nuevo al diablo y que finalmente lo consiguió, así que ni se le ocurra quitar el bastón de la puerta que hay al final del piso por más aullidos y súplicas que lleguen del otro lado... y se las pira... Por supuesto ya podéis imaginar como acaba definitivamente el folletín (que acertáis seguro).
Ahora la cosa sería extrapolar las cosas (valga la rebuznancia): imaginad una isla en vez de una celda, imaginad a un rubiales en vez de un bastón, imaginad a un calvorota en vez de el soldado o la chacha... imaginad, ya puestos, que se escapa el ocupante de la celda/isla... tengo serias dudas de que el mundo aguantase una III G.M. y la seguridad absoluta, eso si, de que no aguantaría a otra Streisand.(ninonino-ninonino... tu-ru-ru ru-ruuuuuú... chan chan chan... En el capítulo de hoy unos pobres guionistas de tres al cuarto pretendían copiar una idea nuestra del año del membrillo por la curra y sin que Guzzest se diera cuenta... obviamente habían entrado en un nuevo episodio de...)

Por supuesto cambian cosas importantes. En "el aullante" se juega la baza de la incredulidad y el desconociminento (o el acto posterior que responde a la suma de ambos, el puro "chafarderismo"). En "Lost", por su parte, todos los personajes (a priori, que lo mismo hay alguno lo bastante gilipollas aún) saben que todo gira en torno a fenómenos de tipo sobrenatural. Además está lo de "¿están vivos, están muertos?" (verás que al final será lo del "purgatorio" que ya se leía en los foros tras el capítulo 1 de la temporada inicial) o, a nivel particular, que ha sido de tal o cual personaje (o cual es/era su papel real en el órden global), o también, cual es el papel de la isla de los huevos (en si) en todo el entramado, etc...
Para gustos y opiniones los colores, y puede que haya quien no vea relación (y puede que tenga razón), pero para mí toda la serie baila, en definitiva, al son del eje central del asunto y eso es el tripijuego que se llevan entre manos el Jacobo y su "Némesis" al que, tras largos años y una porrada de petrodólares más, le veo una bastante evidente similitud, en lo básico, con el capítulo "The howling man" de "The twilight zone".
Por cierto, ya al cierre, me parece muy bien que se sigan haciendo las gentes del planeta pajotas mil con que si la biblia, la mitología egicia, la macedonia o la hindú... o que ahora resulta que el eternamente "enrimelao" del Ricardus sea, en verdad, una suerte de Fausto de baratillo a putear en sesión continua... Ya he llegado a un extremo en el que, coñe: qué acabe de una vez (!!), porfa, aunque no me queda claro si es porque quiero saber como termina definitivamente o porque (sencillamente) ya estoy hasta los mismísimos (verás que al final saldrán los dos tipos de siempre diciendo que "hemos dejado un final abierto para que todo el mundo extraiga sus propias conclusiones", que es algo así como el seguro del parchís para guionistas torpes, jetas u obturados y que dará, eso si, una rabia de lo más encabronadora). A todo esto... ¿dónde, o cuando, coño está Desmundo?.

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