La historia del secuestro al tren de Pelham ha sido llevada al cine en varias ocasiones siendo la versión de 1974 la más conocida y reconocida, en ella actuaba un tal Walter Matthau que lo era todo menos precisamente un matao, je, je… El director de aquella película olvidada fue Joseph Sargent que aunque parezca mentira ha realizado innumerables films pero casi siempre para la televisión, en aquella versión también actuaban entre otros Robert Shaw, Hector Elizondo y James Broderick. El film si no fuese por Matthau, por ser una de las películas favoritas de Quentin Tarantino y por supuesto por la nueva versión de las grandes productoras de Hollywood que vuelven a demostrar que de ideas andan escasos seguiría con total seguridad en el anonimato. Pero no os vengo hablar de aquella versión del 74, os vengo hablar de la del 2009 dirigida por el hermano Scott, el cutre, el sandunguero de Tony del que por cierto he visto casi todas sus películas, así tengo yo las neuronas...
SINOPSIS: Walter Garber (Denzel Washington), controlador del Metro de Nueva York, ve cómo la normalidad de su jornada se ve envuelta en un caos como consecuencia de un osado delito: el secuestro de un vagón de metro a cargo de una banda. Ryder (John Travolta), el cerebro criminal y líder de una banda armada formada por cuatro personas, amenaza con ejecutar a los pasajeros del tren a menos que se pague un alto rescate en el plazo de una hora. A medida que la tensión aumenta, Garber utiliza sus amplios conocimientos del sistema subterráneo en una batalla para intentar burlar a Ryder y salvar a los rehenes. Pero hay un enigma que Garber no puede resolver: aún si los criminales obtuvieran el dinero, ¿cómo podrían escapar?
La película de Tony Scott si de algo puede presumir es de reparto: Denzel Washington, John Travolta, James Gandolfini, John Turturro y Luís Guzmán. En eso del reparto va sobrada, del resto ya no lo sé, y es que el film se puede ver, te hace pasar un rato entretenido, está bien rodado, es correcto y poco más, es más de lo mismo de lo que suele ofrecer Scott, cine palomitas. No hay nada malo en el film, nada horrible pero tampoco hay nada notable, ni tan solo los actores, algunos de ellos en horas muy pero que muy bajas. Mantiene la intriga a trompicones y nos ofrece un final de lo más sobado que no tiene mucho que ver con el de la versión anterior por lo que he leído pues no la he visto aunque la tengo pendiente, y se verá con total seguridad para comparar esto de los remakes. Así pues si no sois unos incondicionales de cualquiera de los actores del film, unos patéticos seguidores de Tony o lastimosamente os encontráis en un bucle de aburrimiento supino mejor os podéis ahorrar el film. Si lo veis, daño no os hará aunque a mi particularmente me produjo gases e indigestión
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