"Kings & Queens” es el título del segundo álbum de Jamie T, ese difícil segundo disco que acostumbra a poner a cada uno en su sitio, dando y quitando la razón o tapando algunas bocas a crítica y público. Jamie T debutó en 2007 con aquel fantástico “Panic Prevention” que me enamoró desde la primera escucha y al que aún acudo con frecuencia convirtiéndose en un clásico nikochiano instantáneo a pesar de aparecer en un 80% rap en todas sus canciones, eso sí, mezclándolas maravillosamente con punk, reggae y/o rock, además de contener unas letras trabajadas, a veces llenas de crudeza y de crítica, otras veces llenas de poesía urbana. En aquel fantástico disco no faltaban cancionacas como “Salvador”, “Calm down dearest”, “So lonely was the ballad”, “Sheila”, “Back in the game” y “If you got the money”, aunque todo el disco se movía en el notable constante. Pues bien, el bueno de Jamie me tenía con la mosca detrás de la oreja puesto que llevaba dos años sin abrir la boca, y claro, su fórmula musical era limitada a pesar de que el resultado era tremendo pero por suerte para mí y unos cuantos más este 2009 apareció su segundo disco. El resultado es magnífico, aparecen en el disco todo lo bueno que tenía el anterior pero además se abre a nuevos estilos, encontramos rap, hip-hop, rock, punk, reggae, pop, folk, incluso se abre a nuevos sonido electrónicos y bailables en algún (escaso) momento además de mejorar su técnica vocal demostrando que el tipo sabe cantar muy bien, y es que el inglesito además de tener un acento extraño y particular tiene un talento descomunal, puede que de entrada a uno le cueste entrar en ese sonido, en el mundo de T pero desde luego si lo escuchamos sin recelo, sin manías ni estúpidas poses gafapastiles y nos dejamos llevar podremos disfrutar de uno de los nuevos genios del pop-rock inglés.
“Kings & Queens” (2009): 1.- 368; 2.- Hocus Pocus; 3.- Sticks ‘n’ Stones; 4.- The Man’s Machine; 5.- Emily’s Heart; 6.- Chaka Demus; 7.- Spider’s Web; 8.- Castro Dies; 9.- Earth, Wind & Fire; 10.- British Intelligence; 11.- Jilly Armeen
El disco comienza con un ritmo electrónico y algo de rap adormilado con “368”, un ritmo pegajoso, un violín de fondo y un estribillo demoledor protagonizado por una voz electrónica infantil que nos remite a los mejores ochenta. “Hocos pocus” nos devuelve al Jamie T de “Panic Prevention”, una canción magnífica al igual que el single de presentación “Stick’n’stones”, ambas canciones juegan con el rock de guitarras, letras punzantes y estribillos pegajosos. Dos cancionacas que nos hacen ver con claridad que estamos delante de un discazo de tomo y lomo. En “The man’s machine” aparece otra vez un nuevo aroma, un nuevo sonido con ese pianito y esa voz de fondo que nos prepara para una alucinante canción de hip-hop donde reina un estribillo poderoso, sin duda una de las mejores del disco. Para añadir más ingredientes al cocktail Jamie nos entrega una pieza folk muy al estilo del mejor Pete Doherty en formato acústico, un bellezón de canción. Después de esta pequeña pausa unos coros popis entran en escena junto a un estribillo feliz y veraniego para hacernos disfrutar con “Chaka demus”, el segundo single del disco, sin duda podría haber aparecido en su primer álbum. “Spider’s web” nos sorprende por su mezcla de estilos, con esa guitarra folk que se va acelerando para acabar en una juerga de taberna gritando a grito pelao el estribillo, joder, como me gusta cantar el estribillo en la ducha, qué grande. La crítica social aparece en la estupenda “Castro dies”, una marca de la casa que se acerca a las mejores composiciones de Gorillaz (o incluso las supera, diría yo) y de paso da paso a la que para mí es la mejor canción del disco “Earth, wind & fire”, que empieza con una voz femenina de los cincuenta, luego se abre paso el rapeado de Jamie T y luego un estribillo discotequero de los ochenta rompedor y maravilloso nos atraviesa el corazón homenajeando en algún momento al grupo al que hace referencia el título de la canción. En “British intellinge” aparece la herencia de los Clash o los Jam que ha mamado todo inglesito de los barrios bajos que se precie, esas guitarras de fondo a lo Johnny Marr no tienen desperdicio, y es que esta es sin duda la más inglesa canción de todas las que aparecen en el disco, un pelotazo inconmensurable. Y para finalizar “Jilly Armeen” otra canción folk de esas que suele hacer Devendra y que a Jamie parece no costarle nada, una canción preciosa para finalizar un discazo que seguro que estará entre mis preferidos del año y que al igual que su predecesor se ha convertido ya en todo un clásico, un clásico nikochiano.
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