En 1982 llegó la mejor película de John Carpenter, “The Thing” es una película de terror, claro, y de las mejores que he visto, pero también es una excelente película de suspense, con un final inolvidable, único y asombroso. La historia parte de la llegada de un helicóptero a una base americana en las gélidas tierras de la Antártida, en el helicóptero viajan unos compañeros científicos noruegos de una base próxima que intenta matar a un perro, este logra escapar y los americanos le adoptan como mascota sin saber que el animalico lleva una cosita dentro o mas bien es una cosica de otra galaxia. Los efectos, para ser del 82, donde predominaban las maquetas y muñequitos varios está a un gran nivel, no han quedado muy desfasados, las apariciones y transformaciones de la cosa son espectaculares, algunas muy gores, como la de la perrera, y lo mejor es el miedo y la desconfianza que se genera entre los propios habitantes de la base científica. Que gran escena cuando deciden hacer una prueba sanguínea al personal mientras estos permanecen atados en unas sillas, y que final, no lo cuento por si alguien no la ha visto todavía, por último destacar la actuación de Kurt Rusell, actor fetiche de Carpenter que lo borda en esta película.
The Thing (1982)
En 1982 llegó la mejor película de John Carpenter, “The Thing” es una película de terror, claro, y de las mejores que he visto, pero también es una excelente película de suspense, con un final inolvidable, único y asombroso. La historia parte de la llegada de un helicóptero a una base americana en las gélidas tierras de la Antártida, en el helicóptero viajan unos compañeros científicos noruegos de una base próxima que intenta matar a un perro, este logra escapar y los americanos le adoptan como mascota sin saber que el animalico lleva una cosita dentro o mas bien es una cosica de otra galaxia. Los efectos, para ser del 82, donde predominaban las maquetas y muñequitos varios está a un gran nivel, no han quedado muy desfasados, las apariciones y transformaciones de la cosa son espectaculares, algunas muy gores, como la de la perrera, y lo mejor es el miedo y la desconfianza que se genera entre los propios habitantes de la base científica. Que gran escena cuando deciden hacer una prueba sanguínea al personal mientras estos permanecen atados en unas sillas, y que final, no lo cuento por si alguien no la ha visto todavía, por último destacar la actuación de Kurt Rusell, actor fetiche de Carpenter que lo borda en esta película.
La mejor de Carpenter, si... aunque junto a la referencial "La Noche de Halloween", faltaría más, una de las películas más copiadas de todos los tiempos cuya inquietante musiquilla acojona más que la legión de imitaciones posteriores.
ResponderEliminar