Tragicomedia, así es como la catalogan
millones de críticos. Lo mejor del año, dicen otros y ahí creo que
se pasan un algo. “Los descendientes” es un drama de toda la
vida, que como pasa en la vida real a veces un hecho por doloroso que
sea desencadena algo gracioso, no por la gracia en si misma sino
porque ayuda a destensarnos. Y así es el film, muy natural, muy
cotidiano. Doloroso en ocasiones y en menos, algo divertido. El guión
tampoco es nada del otro mundo, vamos, matrimonio a punto de
descuajaringarse, accidente de la esposa, marido que tiene que
preocuparse de una esposa en coma y unas hijas de las que ha pasado
totalmente, unos cuernacos inhumanos.... Bueno, que todo se ve venir
a millas. Pero claro, tenemos a George. Tenemos a Clooney que como
protagonista de este topicazo de film está sensacional. Yo de mayor
quiero se como él, así de guapo y así de natural. El tipo lo borda
con una sencillez pasmosa, es el puto amo. El inicio es excelente y
durante muchos minutos mantiene el tipo, todo fluye correctamente mientras conocemos a Matt King (personaje que interpreta Clooney)
pero no sé a partir de donde comencé (yo, que conste) a mirar el
reloj. Tal vez fue cuando viaja a otra isla Hawaiana para conocer al
amante de su mujer, no sé, me vuelve a pasar como en tantas otras
películas. Me sobra metraje, hay minutos que no sirven para nada,
los usan de relleno para explicarnos cosas obvias, joder, no somos
tontos, no hace falta explicar todo, se puede suponer, se puede
simplemente dejar en el aire y que cada uno piense lo que le venga en
gana. Coño, dejénnos pensar e imaginar! Que eso es gratis! El
ejemplo claro de esto que digo porque aquí no lo veréis tan claro
es en el film de Woody Allen con el tema de la monedita que si cae
dentro o fuera..., algunos ya sabéis a que me refiero no? Sí, a
“March Point” también le sobraban sus últimos veinte
minutos.... Bueno, que me pierdo. Pues eso, que creo que todo sería
más correcto si el film durase algo menos, porque casi dos horas
para explicar lo que explican me parece excesivo. De todas maneras
vuelvo a repetir que lo de Clooney es de traca, que actorazo, la
Virgen! El film, no es ni “A propósito de Schmidt” ni mucho
menos “Entre copas”, digo esto porque las he visto comparadas,
metidas en el mismo saco, y “Los descendientes” sale perjudicada
de las comparaciones, pero si es un notable film que no juega al
engaño, que es sincera, sencilla y noble desde el principio, y que
sólo pretende contarnos una historia y mantenernos entretenidos un
buen rato porque para entretener no hace falta vestirse de superhéroe
y saltar por rascacielos. El entretenimiento también es esto. Esto,
en definitiva, es cine. Por último deciros que no hay cosa más
ridícula que ver correr a toda pastilla a Clooney, qué grande! Ah!
Y que el film me ha gustado, que después de tantas vueltas creo que
no ha quedado claro ya me voy pareciendo a mi archienemigo. Oh, No!
Me gustó bastante cuando la vi en el cine. Creo que tiene un punto de ternura y mala leche muy equilibrado.
ResponderEliminarClooney no es un actor que me parezca la panacea pero creo que tiene un buen ojo para los buenos papeles. Aqui lo hace muy bien.
Es como bastante improbable que vea este film pero eso es lo de menos... qué es eso del final de "ya me voy pareciendo...". Es, en comparativa exacta, como que te enseñen a ubicar un acorde en el mástil y decir que "ya me voy pareciendo a Hendrix"... Pos no te quedan sopas, mindundi... "About Schmidt"... Vaya horror de film, por cierto.
ResponderEliminarPues no está nada mal el film del Clooney, lo que pasa que tu sensibilidad está a la altura del coxis. Y otra cosa te digo, yo toco la Air Guitar de cojones!
ResponderEliminarSi, si buscas "sensibilidad" en la Laurosse aparece una foto tuya recogiendo lirios del valle a lomos de un pony chupi... Nos ha jodido. Pero, para que conste, estoy hasta los nasos de escucharte tu teoría sobre el no-final de "Match point" y, yo al menos, no te lo compraré jamás... Valiente majadería ! Besos para tus sras y srtas y un piquete de ojos en lo mejor de la siesta y a traición para tí... La moneda, la moneda...
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