Ha llovido mucho ya desde que los Reyes
Magos dejaron en casa unos cuantos regalitos, el año pasado fui
bastante bueno y lógicamente eso tuvo su recompensa. Dos jueguitos
de mesa bien bonicos alegraron a este humilde marciano. El primero de
ellos ese “El Grande” que desgraciadamente aún no ha visto mesa
aunque sí he podido jugar vía online, que ni de coña es lo mismo
pero que ha ido matando el gusanillo, y luego el deseadísimo en casa nikochiana “Agrícola” al cual ya le dimos caña y nos
pareció la leche, necesitamos volver a ponernos con él, y o bien me
presento en casa del señor Black Meeple por las buenas o bien
organizo mi propia noche lúdica, gratis más consumición incluida.
“Agrícola” es un juegazo para 2-5 jugadores donde tendremos que
construir nuestra propia granja partiendo simplemente de un
matrimonio y sus tierras. Habrá que cosechar, criar animales,
construir y mejorar la casa, conseguir herramientas y otros
artefactos, y lógicamente aumentar la familia. Todo eso en un
período corto de tiempo, sin olvidarnos claro de alimentar a los
nuestros, pues si no podemos hacerlo nos veremos obligados a
mendigar y eso, creedme, no es demasiado agradable.
Visualmente “Agrícola” es la
leche. Bonico del to. Un Eurogame de esos casi perfectos, con muchas
losetas, piezas de animalicos, cartas, buenos diseños, y un tablero
de lo más cuco y funcional. Básicamente el tablero sirve para
dividir los turnos, hay 14 turnos agrupados en 6 fases. En cada
espacio se coloca una carta boca abajo con una acción y cuando
llegue ese momento se girará para poder utilizarla. Ya me explicaré.
Además el tablero lleva unas cuantas acciones de serie que siempre
estarán disponibles como coger madera, piedra, comida, arar un
campo, coger un animal, mejorar la casa... etc, etc... Como he dicho
al principio empezamos con dos humanos, dos fichas, así pues con cada
uno de ellos y por turnos debemos colocarnos en uno de esos espacios
del tablero para realizar la acción que allí se indica, una vez
colocaditos nadie más se podrá poner allí ese turno, así por ejemplo,
si decidimos ampliar la familia nadie más lo podrá hacer en ese
turno, y para la próxima fase contaremos con un par de manos más,
una ficha más para ganar una acción y claro, una boca más que
alimentar.
Dispone cada jugador de un minitablero
que representa su granja, en él tendremos que ir mejorando nuestra
propiedad, cogiendo materiales y luego ampliando o mejorando las
habitaciones. También podremos arar y sembrar, poner vallas y criar
animales, etc, etc... Como he dicho hay seis fases, y al final de
cada fase se contabilizan las acciones, podremos recoger la siembra,
podremos obtener una cría de animal (ovejas, vacas, cerdos..) si
tenemos una pareja y espacio para ello y claro, habría que dar de
comer a los nuestros. Parece sencillo pero no lo es en absoluto, da
la sensación que te dará tiempo de sobras de hacer de todo un poco pero luego vas muy
justito en realizar tu plan. Además está el tema de conseguir
hornos, un pozo, etc... Vital para la partida, pues con un horno
podemos cocinar los cereales y obtener más comida que si los tenemos
crudos, podemos también comernos un animal, básico pues con un
animal en la cazuela come toda la familia o casi.
Al final gana quién tiene más puntos, y estos se obtienen de mil maneras diferentes, cuenta el número de humanos, las casas y el material de que estén hechas, los campos cultivados, los animales cercados, los diferentes tipos de animales, los artefactos nos dan puntos y cosicas extras, y como no hay cosas que penalizan pero no os voy a dar el coñazo, lo que si querría dejar claro es que no puedes dejar nada sin hacer, tienes que llevar todo más o menos igual y destacar en algo pero todo se complica al tener que colocar un trabajador en un lugar para realizar la acción con el riesgo que te quiten el sitio y tu estrategia se vaya al garete. Y esto en grandes
pinceladas es el juego, un juego familiar, fácil de jugar, fácil de
entender cuando ves todo en la mesa bien colocadito y con mucha
chicha y competitividad, además de muy bonito. Luego, se agradece,
que haya más cartas para un modo ”hardgamer” al cual no he
jugado pues por ahora me divierto mucho con el modo “familiar”
y el mismo autor, Uwe Rosenberg, recomienda no pasar de uno a otro
hasta controlar el modo fácil. A quién le haya picado la curioidad
este juego está invitado a probarlo, tengo ganitas de zambullirme en
mi granja porque Now I am the farmer and I'm digging, digging, digging,
digging, digging....
... Tomatoes, potatoes, stew, eggplants. Potatoes, tomatoes, gourds...
Juegazo. COn las cartas es aún mejor.
ResponderEliminarLa versión familiar está muy bien, pero con cartas es para jugones de verdad.
JUEGAZOOOOO!