Qué bueno es el amigo Jackson!!!

Hace un par de días después de hablar de los Dawes el amigo Joserra me puso en mi sitio, al estilo abuelo cebolleta que ya las ha visto venir de todos los colores, y es que él está en su fase “la arruga es bella”, pero cuanta razón tiene. Aunque si nos ponemos a decir que este grupo y el otro suenan al tipo aquel que realizó esos discazos y que está por encima del bien y del mal pues apaga y vámonos porque aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Aunque por ejemplo a Jack White le de por rebuscar en la esencia de LedZep no es LedZep, o que los Rumble Strips suenen descaradamente a los Dexys no los hace iguales ni lo serán nunca, que los Fleet Foxes vayan de CSN modernos no les iguala a los maestros y por supuesto que los Dawes resuciten la esencia Browne no quiere decir que le den sombra al bueno de Jackson. Eso está claro. Ahora, que todos esos grupos nos entregan discazos no hay quien lo dude, ah!, eso sí, siempre hay que volver al punto inicial pues estas “copias” a veces pecan de falta de alma y van sobradas de calidad técnica. Y eso es lo que hice yo. He aparcado el disco de los Dawes para tomar la perspectiva correcta y me he entregado en cuerpo y alma a Browne. Qué grande es Jackson!!!

El amigo Jackson tiene en su haber un póker de discos de esos insaltables pero si no lo conocéis podéis comenzar con el “The very best” del 2004, un doble de esos que te deja de pasta boniato y pone a cada uno en su lugar. Un disco de esos que hay que tener de fondo de armario, que viene divino para conducir en coche en un largo viaje. Una estupenda e imprescindible colección de canciones. Pero ojo, que su póker ganador es de compra obligatoria. “Jackson Browne” del 72. “For Everyman” del 73, “Late for the sky” (74), “The Pretender” (76) y para repóker rematamos con el “Running of empty” del 80. Discazos, discazos. Y un servidor, le tiene un cariño especial al “The naked ride home”, primero porque recuperaba en él su esencia y segundo porque le trajo de gira a Barcelona con el amigo Lindley y asistí a aquel gran evento. Tal vez “For everyman” y “Late for the sky” son sus dos grandes obras, pero yo me quedo con su debut. Magnífico. Donde aún sin definirse del todo, tímidamente, y apuntando adonde quería llegar entregó un conjunto de canciones increíbles.

“Jamaica say you will” que abre el disco es un gran ejemplo de lo que digo, esa estructura la habremos oído infinidad de veces más tarde pero aquí se haya el germen, la semilla que dio lugar a todo. Y qué me decís de “Song for Adam”? Ostias, qué buena. Y de “Doctor my eyes”? Sí, sí. Eso es suyo, y el “Take it easy” del otro disco también. Coño. Mi favorita, sin duda, “Rock me on the water” que es una puta delicia y me suele venir a la cabeza a menudo. Como siempre en el disco hubo colaboraciones amigas de postín. Crosby y Nash en “Doctor my eyes”, Crosby en “Rock me on the water” y “Jamaica say you will”, la Nitty Gritty Dirt Band por doquier… Excelente disco. Las obras maestras llegarían después. Muy poco después. Por tanto con todo ese material editado en vida es normal que las juventudes tiren del hilo y acaben cogiendo un poquito de CSN, de Young, de Petty, de Browne, de Taylor, y un mucho de Dylan. Lo raro sería no hacerlo. Joserra, tienes mucha razón, el disco de los Dawes suena y mucho al “Pretender”, lo he comprobado escuchando ambos seguidos. Pero, y qué? Suenan cojonudos. Ah! Y que nadie me toque a Jackson, porque yo por Browne, má-to!