
Después de muchas chupadas de polla a Turner se le sube un poco el éxito a la cabeza, se emborracha de ego y le da por querer ser el Dios del rock, recluta a Josh Home (personaje al que admiro) y se va al desierto a grabar un disco de rock espeso y místico que decepciona a todos y que nos deja dudas de si a Turner se le ha ido la cabeza. Zapatero a tus zapatos. Particularmente el disco pasó por mi hogar sin pena ni gloria, “Humbug” no me convenció aunque como siempre había en él alguna que otra canción de aúpa pero nada como lo que había hecho anteriormente. Si este hubiese sido su segundo disco ya no existirían los Arctic Monkeys. Dos años han tardado en reponerse del fiasco, no vuelven a la fórmula del éxito cosa que les dignifica por valientes y mezclan la fórmula de “Humbug” con la del experimento de Turner con Miles Kane, aquellos “The last shadow puppets” que no estaban nada mal. “Suck it and see” no se olvida de lo aprendido con Homme pero todo suena más pop, más fresco, más vivaracho y eso en mi opinión es de agradecer. Mis primeras escuchas me hacían dudar de si me gustaba o no el nuevo rumbo así que le di un par de oportunidades más y me ha ido atrapando poco a poco. Este cuarto trabajo es mejor que su predecesor pero peor que sus dos primeros discos aunque para ser sincero está a la altura. “She’s thunderstorms” abre el disco y nos dejaba con cara de bobalicón perdido, eso no me lo esperaba, dudo si me gusta, pero sí, sí me gusta. “Black treacle” ya es más lo que me esperaba de Turner, ésta me convence y sube al número uno de canciones para cantar en la ducha, ese estribillo es oro puro, pop puro. “Brick by brick” es tonta de cojones, simple, pero tremendamente efectiva, con esa pinta de salir en un “guitar hero” que quita el hipo. Para hacernos una idea de lo que va el disco es necesario llegar al cuarto corte del mismo, con esas cuatro ya te haces una idea de lo que vas a encontrarte. “The Hellcat spangled shalalala” le roba el shalalala a Weller claramente y por la patilla. Cancionaca en mi humilde opinión. Luego llega tal vez la mejor canción del disco llamada “Don’t sit down cause I’ve moved your chair” y a partir de aquí intentan más o menos mantener el pulso con buenas canciones como “Reckles serenade” y “Library pictures”. Los monos del ártico entregan un trabajo notable pero no excelente, un disco que parece indicarnos el camino a seguir en un futuro no lejano. Turner tiene mucho talento y tanto con los monitos como en solitario (no creo que tarde) nos irá regalando muestras de su talento en forma de canciones.
Muy de acuerdo en todo. El hype inglés es lo que tiene, cosas como lo de Paul Weller o Noel Gallagher lo demuestran; para mí Alex Turner no se parece a ninguno de los dos, tiene un estilo propio y mucha personalidad, y eso hace de él un músico singular. Vamos, en 2011 eso es algo casi paranormal. Yo tampoco entiendo 'Humburg'... es britstoner o algo así, un WTF?!. Yo me quéde igual que tú cuando escuché 'She's Thunderstorm'. No tiene el subidón del primer disco ni la continuidad del segundo. Si tuviese que compararle con alguien sería con Damon Allbarn por ese eclecticismo que tiene Turner. El 'Suck It and See' cada vez me gusta más.
ResponderEliminarBuena reseña. Tanto que me dió ganas de escuchar el disco, al cual pensaba ignorar.
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