Ticket To Ride Europe

Hace ya algún tiempo que os hablé de un juego de mesa espectacular, muy entretenido y que llegaba a crear una gran competitividad entre sus jugadores. Aquel “Los colonos de Catán” me llegó a impresionar, y espero que me caiga estas Navidades, pero cuando pensaba que los juegos de mesa ya no me podían sorprender ni engancharme, salvo en contadas ocasiones como la del “Catán”, y cuando las ideas para los juegos de mesa son nulas, poco ingeniosas e infantiles lo cual favorece a la grandiosa industria consolera, descubro gracias a mis hermanos un juegaco de mesa que no tardaré mucho en poseer. El juego en cuestión lleva por nombre “Ticket To Ride”, lo primero que podemos apreciar es un tablero inmenso con un gran mapa con cierto estilo retro en el que hay muchísimas ciudades conectadas por multitud de vías ferroviarias que a su vez se encuentran separadas por tramos de diferentes colores que te dejan con la boca abierta pensando que tal vez el juego es muy complejo, pero el mecanismo es sencillo, mas de lo que uno pueda imaginar. Existen unas cartas con rutas que van de una ciudad a la otra, cada carta de ruta según su distancia y dificultad presenta una puntuación, escogemos cuatro cartas al azar, que serán cuatro rutas a completar, para ello disponemos de vagones de tren que iremos colocando en cada tramo de la ruta. Estos tramos pueden ser de uno hasta ocho vagones, siendo el tramo de un color determinado que cambia al llegar a una nueva ciudad o estación, para completar el tramo tendremos que ir recolectando cartas de los colores que se demanden en cada ocasión, robaremos las dos cartas en nuestro turno, o robamos o colocamos vagones, una de dos, y eso dificulta en exceso completar las rutas, si eso no fuese suficiente tendremos que tener en cuenta si en esos tramos hay túneles o no, o si se necesita locomotora, ya sé que esto os suena a chino, que no sabéis muy bien de que hablo, pero es tan fácil y tan adictivo que en seguida se hace familiar y rápido, eso sí, es muy excitante, estresante y extremadamente competitivo, pura estrategia amigos, hay que tenerlo claro desde el principio, no se puede titubear ni un instante porque algún cabronzuelo puede cortarte la ruta y entonces, estás perdido. El juego termina cuando no le queden vagones a uno de los participantes, el sistema de puntuación es muy interesante, puntua tanto colocar vagones, como acabar rutas, como penaliza el no acabarlas, y además pueden jugar de dos a cinco jugadores, brutal, yo lo probé la primera vez con cinco y era una auténtica locura, jugué a la edición europea, pero también hay una estadounidense, una de los países nórdicos y alguna que otra que supongo estará por salir, lo único malo es que las ciudades no están situadas exactamente en su posición geográfica, por ejemplo, Barcelona parece haberse adueñado de Valencia, pero son cositas sin importancia que no entorpecen para nada la mecánica del juego, un juego que obtuvo el premio a mejor juego de mesa del año 2004, lo edita Devir en España creo que al módico precio de cuarenta euros, así que esperaré a la paga doble de las fiestas navideñas para darme un capricho.