Play It Again, Sam (1972)
En 1972 Woody Allen lleva al cine la obra que escribió y protagonizó para Broadway “Play it again, Sam” y que cosechó un gran éxito de crítica y público, para ello contó con Diane Keaton y Tony Roberts que también aparecían en la obra de teatro, a pesar de ser un producto 100% Allen no cuenta consigo mismo como director, esa tarea la dejó para Herbert Ross que años antes había dirigido “Funny Girl” que recomiendo a todo el mundo no porque salga la Streisand que por otro lado está estupenda sino porque es buenísima. Allen está descomunal, es un cómico excelente aunque siendo realistas su interpretación coge demasiadas cosas del gran Peter Sellers, sus tics, sus torpezas y algún que otro diálogo absurdo, en la actuación Sellers arrolla a Allen, pero éste utiliza todo lo de Sellers a su favor creando un personaje inolvidable, sin olvidarse de todo lo bueno de Allen, diálogos inteligentes, frases ingeniosas, situaciones absurdas y el clásico tipo hipocondríaco al que nos tiene acostumbrados. La otra pareja protagonista está sublime, Diane Keaton, habitual en la obra de los setenta de Allen, está magnífica, además de ser sumamente atractiva y tener un estilo y un glamour que quitan el hipo, por otro lado Tony Roberts ejecuta a la perfección ese personaje ya típico en las obras de Allen, el contrapunto a Woody, es decir, un tipo alto, fuerte, elegante, atractivo, seguro de sí mismo. Roberts lo borda, las cosas como son. SINOPSIS: Allan Felix (Woody Allen) es un cinéfilo al que su mujer le ha dejado debido a su aburrida y monótona vida, a partir de ese momento Felix sufre una alucinación recurrente exagerada: Humphrey Bogart dándole consejos sobre cómo ligar con las damas. Un matrimonio amigo suyo, Dick y Linda (Tony Roberts y Diane Keaton) le presenta a varias muchachitas, pero Allan tiene tan poca confianza en sí mismo que sus citan no tienen mucho éxito. Poco a poco Allan y Linda se enamorarán el uno del otro creándose un triangulo amoroso de difícil solución… “Sueños de un seductor” que es como se conoce en el país de la bellota y el jamón es un pedazo de película que homenajea de manera divertida, delirante y algo neurótica a Humphrey Bogart y a la película Casablanca, de la que podemos ver su final al principio del film, para mas tarde prácticamente de forma calcada aparecer de nuevo con los personajes creados por Allen. “Play it again, Sam” es uno de esos films que de tanto en tanto me gusta ver, me reconforta y me hace reír. Una película que me sirve de terapia en momentos de debilidad, tristeza y sutiles bajones anímicos, para rescatarme y devolverme a la vida real con optimismo, ya digo, un film indispensable.
Para mí el mejor film protagonizado por Allen de los no dirigidos por él junto a "What's new pussycat?" y solo por detrás de esa joya setentera a reivindicar que fué "La tapadera".
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