No es país para viejos

Ayer me deleité con el visionado de la nueva y esperadísima nueva película de los hermanitos Joel y Ethan Coen, y que puedo decir, pues que “No country for old men” es la vuelta a la calidad de los hermanitos, han cogido el toro por los cuernos y han dejado claro que no han perdido ni un ápice de calidad. Si bien tanta buena prensa, tanto alabar la película que uno espera yo qué sé, espera que sea la ostia en verso y bueno por ese lado, por las exageradas ganas de ver el peliculón del siglo puede que te deje con un cierto regusto a desengaño, a un no es para tanto, pero la película es incontestablemente buenísima. Otro dato a tener en cuenta es la multinominación de Bardem, el tipo lo hace genial, impresiona su voz, su aspecto, su mirada, su crueldad de estar por casa, un fenomenal trabajo, pero de actor secundario?, mas bien diría yo que es el absoluto y único protagonista de una historia genial que no es de los Coen sino mas bien del autor Cormac Mc Carthy el responsable de La Carretera de la cual también se está preparando una versión cinematográfica, y es que parece que Hollywood ha descubierto al autor al mismo tiempo que Niko, lamentable, aunque nunca es tarde si la dicha es buena. SINOPSIS: La historia empieza cuando Llewelyn Moss (Josh Brolin) encuentra una camioneta rodeada por varios hombres muertos. En la parte trasera hay un cargamento de heroína y dos millones de dólares. Cuando Moss coge el dinero, provoca una reacción en cadena de violencia, que la ley, representada por el desilusionado sheriff Bell (Tommy Lee Jones), no consigue detener. Mientras Moss intenta huir de su mas peligroso perseguidor, un temible, espeluznante, desalmado y pelín desequilibrado Anton Chigurh (Javier Bardem) que se pasea con una bombona de aire comprimido con la que comete todo tipo de barbaridades. Pues bien, con un reparto de lujo, Tommy Lee Jones, Javier Bardem, Josh Brolin, Garret Dillahunt, Barry Corbin, Kelly Macdonald, Woody Harrelson, Stephen Root, Barry Corbin, James Brolin, etc, los Coen nos entregan una impresionante película, con el malo, maloso del siglo 21, una película violenta, cruda, y con algún que otro toque Coen, el momento en la gasolinera con Bardem tirando una moneda al aire, es impagable, una película imprescindible en estos días aunque en mi opinión muy inferior a “Eastern Promises”, en cualquier caso, es cuestión de gustos.