Clásicos nikochianos: THIS YEAR'S MODEL (1978)
A estas alturas de la película el otro Elvis, el Costello, ya había debutado un año antes con una obra maestra My Aim Is True, así que el segundo álbum debía estar al menos a la misma altura. En 1978 y teniendo Nikochan tan solo un año sale al mercado el segundo disco de Costello, This Year’s Model, esta vez con The Attractions, a partir de este momento disco por año, a veces dos, y hasta donde llega mi curiosidad y mi conocimiento normalmente suelen ser impresionantes, al menos sus seis primeros e indiscutibles discos. El disco empieza con una tonadilla costelliana, de esas que tanto me gustan, la guitarra se despereza tiembla y suena No Action que tiene ese organillo de fondo presente en todo el disco, This Year’s Girl es la siguiente, percusión de entrada, riffs soul, ritmo negrata y de nuevo organillo, la voz de Costello que te arrastra y te sumerge de lleno en el disco, The Beat, grandísima aparece justo en este momento, pop de etiqueta, con ese ritmillo tan, tan mod, y esos coros, como no beat. Llega una de mis favoritas, fanfarria, fiesta, y guateque por doquier, llega Pump It Up, cañonazo de Costello, ritmos demoledores de baile, sección rítmica de sobresaliente, y como no ese organillo de fondo, Costello pisa el freno a estas alturas del disco y nos entrega una balada tipo rock de final de los cincuenta, de esas que encandilan a las muchachitas, Little Triggers seguro que se ha escuchado en muchos asientos traseros de los seiscientos de la época, la tranquilidad dura poco, rock de organillo, y, tachán, por arte de magia tenemos el powerpop You Belong To Me, que divertida, pura fiesta, luego llega Hand In Hand, que a pesar de esa intro algo extraña gana en cada escucha hasta hacerse una imprescindible del racimo de canciones del disco, este tipo de canción ha sido utilizado en muchos discos posteriores y es una made in Costello, marca de la casa vamos. Después de esto viene la que seguramente es la mejor canción de disco, una joya perenne, una obra maestra, bien construida de principio a fin con uno de los títulos mas largos del otro Elvis, (I Don’t Want To Go To) Chelsea, ritmos exclusivos de Costello y los Attractions, sublimes en esta canción, y ese organillo predominante, que pone la guinda a esta composición que presenta un estribillo semirapeado muy moderno e inquietante hasta llegar a su clímax donde pronuncia el título de la canción totalmente exhausto. Impresionante. Luego sigue con algo de pop de fiesta, Lip Service, coros muy poperos, entra fácil pero pierde con las escuchas, no es relleno, pero tampoco es imprescindible, la que sí es imprescindible es Living In Paradise que tiene esa musiquilla de videojuego ochentero, brutal, continuamos para bingo con Lipstick Vogue, esa bataca, como entra, que poderío, que fiesta, que granuja el otro Elvis, como nos hace bailar borrachos como cubas, que golfales y que canción, joder, tremenda. Night Rally nos enseña algún que otro redoble militar, y un tonito decadente que nos acerca al final del disco, aunque nos tiene guardada una sorpresa, el broche final, Radio Radio, mas fanfarria, mas rock enérgico bailable de los setenta, canción clásica instantánea, obra maestra, que te deja con ganas de mas, con ganas de volver a escuchar el disco de cabo a rabo, de volver a escuchar este auténtico clásico, este clásico nikochiano.
Una de las nueve masterpieces intachables del gafotas y su primer encuentro con los Attractions, casi ná... (además es la niña bonita de los crítiquitos de turno, qué burros, como apunta el nicho el que va antes, los cuatro que siguen, y añado yo los dos del 86 o el "Brutal Youth", son igual de geniales que este que, eso si es verdad, le convirtió en el ícono definitivo de la new wave)
ResponderEliminarAhora que recuerdo.... The Beat tiene un riff que me recuerda peligrosamente.... a........ Eva María se fue tomando el sol en la playa... con su maleta de piel y su bikini de rayas... ella se marchó y solo me dejó....noniano na noniano....
ResponderEliminarMalditos recopilatorios veraniegos..Hacen estragos entre las almas más sensibles de la sociedad.
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