Bienvenidos a Belleville
Ni Miyazaki ni Disney, ni plastelina ni pixels, únicamente animación clásica europea de postín, así de simple, dibujos animados de toda la vida, con un guión espectacular. Hablo de “Les Triplettes De Belleville” (2002) que derrocha calidad por doquier, el film es una coproducción de Francia-Canadá-Bélgica donde el director Sylvain Chomet nos deleita con la historia del niño Champion que vive con su abuela, a Champion nada le satisface nada le divierte, su abuela lo prueba con todo hasta que descubre la pasión del pequeño, la bicicleta, durante su juventud Champion se entrena a las órdenes de su abuela para correr el Tour de Francia y consigue participar pero el cansancio le hace retirarse y es entonces cuando es raptado por una mafia francesa, su abuela hará cosas inimaginables para recuperarle. De esto va la película, casi sin palabras, casi sin nada espectacular pero con maestría en el tempo de la historia, en el guión, en los pequeños detalles, en los personajes secundarios, hablo de ese gordo y divertido perro tristón, y por ese dibujo tan europeo, tan de toda la vida, es por lo que vale la pena ver este grandioso film de animación. Simplemente maravilloso.
Deliciosa. Las películas con silencios también son necesarias.
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