Imperio Brit: Ocean Colour Scene

Los noventa fueron el resurgir del sonido Brit, el mal llamado Brit pop, en este conjunto de bandas que en los noventa llenaban las listas de venta, destacaban los Blur, Oasis, Supergrass, Pulp, y muchos, muchísimos mas. Casi todos ellos presentaban un sonido revivalista u homenajista, según con los ojos que miremos, pero si hubo un grupo que llevó eso al extremo fueron los Ocean Colour Scene, sonido brit-mod, de calidad, con un álbum en el 1996 espectacular y de compra inmediata como es “Moseley Shoals”, un tremendo y perfecto disco, que abre con “The riverboat song” y “The day we caught the train”, dos canciones que formaran parte de lo mejor que ha dado el imperio Británico durante la última década, pero todo el disco es genial, una auténtica joya, destacamos “Circle”, “One for the road”, “Lining your pockets” o “It’s my shadow”, pero bueno, como os digo, un disco imprescindible, eso sí, un aviso, el disco sabe, huele y deriva de la influencia del mod father Mister Paul Weller, que incluso se apunta en algún tema, Steve Craddock compagina a los Ocean con su participación, por lo que parece, fija y estable, en la formación actual de Weller.


Al año siguiente editan otro gran disco, “Marchin’ Already”(97) no sorprenden, pero la calidad es la misma, hay grandes canciones, pero no tan grandes como las del otro disco, “Better day” y “Travellers tune” están entre lo mejor que han hecho estos chicos, pero no así el resto del disco, las canciones son muy buenas, pero les falta la pegada que tenían en “Moseley Shoals”. Después hay un tercer disco, "One from the modern"(99)que abre la caída del grupo, no es mal disco, pero tampoco es para tirar cohetes, salvamos alguna cosilla como “Profit in peace” pero poco mas, y siguen la caída con “Mechanical Wonder”(01) y “North atlantic drift”(03), seguimos diciendo lo mismo, no son malos discos, pero son flojos, ellos son buenos músicos, muy buenos, pero les falta el carisma y la genialidad de otros, así, como Cradock pueden acompañar de guitarra a Paul Weller, pero ni por asomo llegar a su nivel. Este año, lanzan “On the Leyline”, en la misma linia repetitiva de los últimos discos, una pena, aunque la verdad, el género que ellos tocan no da mas, si simplemente te dedicas al revivalismo, y ellos son un claro exponente del revival. Así pues “Moseley Shoals” fue un gran disco, su gran disco, su salto al estrellato, pero allí se quedaron, anclados, demostrando que, para ellos, cualquier tiempo pasado fue mejor.