Clásicos nikochianos: CRIME OF THE CENTURY (1974)

El tercer disco de Supertramp, “Crime of the Century” de 1974, es claramente un referente, un disco lleno de buenas canciones, buen sonido, buenos músicos y letras acojonantes, es el disco que supo definir lo que sería el sonido Supertramp, casi un disco conceptual y casi un disco del llamado rock progresivo, y ni una cosa ni otra, aunque las canciones tienen una temática similar, la adolescencia, no hablamos de una opera rock, y tampoco es un disco de progresivo, ya que precisamente de eso intentaban escapar. El comienzo del disco es impactante, abre el disco esa joya setentera que es “School”, preciosa, con una parte central arrolladora, unos estribillos perfectos, las voces y melodía de la parte central de la canción, precedidas por un espectacular piano, te dejan pasmado, solamente por esta canción se puede justificar un disco entero. Acabamos extasiados, y una parte instrumental sugerentemente sensual abre la segunda canción aunque pronto se parte y cambia de ritmo para darnos otro diamante “Bloody well right” que voces, que coros, que canción, mamma mía!, le sigue la no menos estupenda “Hide in your Shell”, muy en la línea de lo que iban a ser Supertramp en los siguientes discos. Estas tres canciones que abren el “Crime of the Century” es de los mejores comienzos de disco que aparecieron en los setenta, después nos entregan “Asylum” que se sale un poco del patrón del disco pero realmente es tremenda, claro, que la siguiente canción te hace olvidar a la canción que la precedía, hablamos de “Dreamer”, seguramente el tema que les llevó al estrellato, un número uno durante meses, una joya del pop-rock, aunque demasiado sobada en las radio-fórmulas, eso se debe a que es buenísima, pero es que “Dreamer” es una de esas canciones que has escuchado mil veces y aún así, cuando la vuelves a escuchar te emociona y fascina como la primera vez, una obra maestra. Y a todo esto, y después del extásis de “Dreamer”, llega “Rudy”, tranquila, maravillosa, suenan tímidas notas de piano y una voz a punto de romperse, rasgada, triste y dolorida, que a mitad de canción estalla de rabia y finalmente vuelve a tranquilizarse, y así llevarnos a la balada del disco “If everyone was listening” perfecta. Para terminar nos regalan una increíble “Crime of the Century”, una introducción que te deja helado, una canción absolutamente perfecta, te deja extasiado, y entonces, cuando termina y todo queda en silencio, te das cuenta que has escuchado uno de los mejores discos de los setenta, un disco que hace a una banda, que la define, con sus saxofones, pianos, armónicas, guitarras, coros, y estribillos laboriosos y artesanales, un disco que por sí solo constituye un pequeño recopilatorio de la banda, una impresionante muestra de calidad, de magia, de un tremendo savoir fair que aún muchos desconocen, y que hacen de este “Crime of the Century” un auténtico clásico, un clásico nikochiano.