Ha pasado ya bastante tiempo desde que el bueno de Jack White saltó a la fama dejando a muchos descolocados, rendidos a su música y a otros tantos acusándole de hype y revivalista. Ha pasado tanto tiempo, han habido tantos discos, canciones y proyectos que parece el momento adecuado para colocar su figura en el lugar que le pertenece que no es otro que el Olimpo musical pues a mi entender, estamos ante uno de los geniecillos musicales de los últimos tiempos. El minimalista dúo de Detroit capitaneado por el geniecillo Jack White y secundado por su ex-esposa Meg White (algunos decían que son hermanos pero de eso nada monada) se convirtió rápidamente en uno de mis grupos predilectos de los últimos tiempos a base de riffs bluseros llenos de garra y dolor, una voz inclasificable, un look irresistible y claro, seis discos acojonantes. The White Stripes fue un proyecto singular, una vuelta a la esencia de la música, del blues/rock que fue derivando en otros tantos estilos a medida que White maduraba y se veía fortalecido en su discurso y su propuesta. Jack se bastaba y sobraba para hacernos enloquecer con sus riffs de guitarra, su voz rota y singular y sus increíbles letras a pesar de contar con una señora a los tambores más bien justita aunque de un carisma sobrecogedor y una sensualidad fuera de dudas. Meg, la reina del bombo, no es gran cosa como batería, realmente no aportaba nada a nivel creativo pero sí a la imagen, y a partir de esa imagen Jack supo saltar al estrellato, claro que sin canciones por mucha imagen que tengas no hay nada de nada. Sus dos primeros trabajos pasaron inadvertidos para muchos, no para mí que les sigo desde sus inicios. Adoro "De Stijl" (2000), con "Elephant" (2003) tocaron el cielo, se llevaron la gloria, el reconocimiento, el dinerito... todo. Luego "Get Behind me Satan" (2005) rubricó aquello que habían apuntado aunque la sensación de ir con el piloto automático era grandiosa, y eso nos lo confirmó "Icky Thump" en el 2007 que acabó siendo el disco de la disolución final. Me he dejado un disco, "el disco", esa genialidad absoluta que creó Jack White en el 2001, uno de los mejores trabajos de esa década y de lo que va de milenio. "White Blood Cells" es el gran disco de Jack White hasta el momento, y de él hoy os quería hablar.
Antes de meternos manos a la obra con "White Blood Cells" quería reivindicar la figura de White hablando un algo de su desmesurada creatividad que acabó por canalizar en innumerables proyectos fuera de la banda madre. Sobretodo me gustaría destacar el proyecto The Raconteurs donde daba rienda suelta al concepto de superbanda de los setenta cercana a Led Zeppelin junto a su amiguísimo Brendan Benson, al que adoro, y a la base rítmica de los Greenhornes (otro grupo de esos a los que se les debería prestar más atención), es decir, Jack Lawrence y Patrick Keeler. De esa magnífica unión salieron dos grandísimos discos. "Broken Boy Soldiers" (2004) y "Consolers of the Lonely" (2008), dos cañonazos con esencia setentera de incalculable valor. Se esperan noticias de una próxima entrega... crucemos los dedos... También ha destacado Jack con el proyecto de The Dead Weather junto a Lawrence, one more time, Alisson Mosshart y Dean Fertitia, entregando dos discos notables, los cuales nunca me han engatusado del todo, cosa que sí hizo la primera aventura en solitario de Jack White, aquel maravilloso "Blunderbuss" del 2012, una pequeña joya, un pequeño tesoro por descubrir para muchos. De todas maneras, yo siempre vuelvo a "White Blood Cells", vamos pues con él...
Unos ruiditos de las baquetas de una batería, una distorsión guitarrera y un riff endiablado marca de la casa dan paso a la obertura del disco con la estupenda “Dead leaves in a dirty ground”, la voz de Jack White te atraviesa el cerebelo y te quema la piel, te enamora, y te lleva al huerto para volver de nuevo al riff inicial haciéndonos dar vueltas y vueltas en el mundo de los Stripes: "Dead leaves and the dirty ground when I know you're not around...". Luego nos sorprenden con una canción country muy moderna y sencilla que contiene una letra divertida, muy Kink, una de las mejores del disco y gracias a la cual llegué a enamorarme del dúo de Detroit... “1, 2, 3, 4 take the elevator at the Hotel Yorba i'll be glad to see you later, all they got inside is a vacancy..”. Madre mía! Cuantas veces he cantado esto en la ducha y eso es una clara demostración que la canción es tremendamente buena. “I'm finding it harder to be a gentleman” es la tercera de lote, una maravilla que define perfectamente el estilo del grupo, la esencia compositiva de Jack, y esa frase inicial que me encanta: "Well I'm finding it harder to be a gentleman every day", maravillosa de principio a fin, con la guitarra haciendo diabluras y ese piano juguetón, este temazo sirve de enganche perfecto para otro de los temas del disco, uno de esos que arrasó como single, la garagera y descomunal “Fell in love with a girl”. Una joya que no tiene precio, dos maravillosos minutos de duración que valdrían la carrera de más de un grupo encumbrado incomprensiblemente de esos que no transmiten nada de nada, además recuerdo que tenía un vídeo acojonante de Michael Gondry. Sí, era el del lego, sí. Aahhhhhh!!!! qué riff!!! qué guitarra!!! uaahhh!!! “Expecting”, qué grande!!! me encanta cuando grita desesperadamente: “you sent me to Toledo, to Toledo, to Toleeeedo...!!!”. Y entonces nos deleitan con la locura extravagante e infantil de “Little room”: un bombo de juguete, una letra absurda y un ritmo diabólico, indiscutiblemente sencilla y genial. “The Union forever” nos devuelve a la circularidad de los riffs de “Dead leaves...” con un deje Pixie obvio, tanto en la música, como en las inflexiones de la voz aunque nos guardan una frikada típica de Jack White y es que su cántico a lo "cañita brava": “there is a man, a certain man and for the poor you may be sure....” no tiene precio, “it can't be love for there is not true love!!!”.
“White Blood Cells” del 2001 supuso un antes y un después en la escena americana, supuso el destape de un genio que no ha parado de sorprender y nunca ha defraudado, enterrando a muchos de sus competidores, humillándolos en algún caso como a los pobrecicos Strokes que eran lo mejor de la camada según la prensa y mirad ahora donde están. “White Blood Cells” es un discazo, un tremendo y cojonudo disco, un puto clásico, un clásico nikochiano. En "White Blood Cells" hay mucha miga que mojar, claro que hay riffs zeppelianos y pixeros sin disimulo alguno pero también hay Kinks, hay melodías McCartnianas, hay guitarras a lo Townshed, hay respeto por el country y el blues, hay melodías y letras descomunales, hay genialidad y bendita locura, y sobretodo hay canciones demoledoras... "White Blood Cells" lo tiene todo todito, sin duda alguna estamos ante la POM del señor White hasta el momento. Brindemos por ello.
9,3/10
01.-Dead Leaves and the Dirty Ground/ 02.-Hotel Yorba/ 03.-I'm Finding It Harder to Be a Gentleman/ 04.-Fell in Love with a Girl/ 05.-Expecting/ 06.-Little Room/ 07.-The Union Forever/ 08.-The Same Boy You've Always Known/ 09.-We're Going to Be Friends/ 10.-Offend in Every Way/ 11.-I Think I Smell a Rat/ 12.-Aluminum/ 13.-I Can't Wait/ 14.-Now Mary/ 15.-I Can Learn/ 16.-This Protector
*post aparecido originalmente en Exile: subterranean homesick magazine por Nikochan
Totalmente de acuerdo con tu visión de la jugada, es más, me lo voy a poner dentro de un ratito para que tus palabras no queden huérfanas a este lado del hilo. El disco se lo merece.
ResponderEliminarSaludos,
JdG
De acuerdo al 100%. mejor disco de White hasta la fecha. Inspirado, fresco ... Creo que solo el segundo de Raconteurs le aguantaria el duelo en la cima. Saludos
ResponderEliminar