Decir que “Astral Weeks” es uno de los mejores discos de
toda la historia es una obviedad tan grande que a uno le da vergüenza decirlo,
pero la verdad es que hay que reivindicarlo porque muchos terrícolas aún no lo
saben. Posiblemente este descuido se deba a que el León de Belfast tiene otros
tantos grandes discos, sobretodo por esa época tan excitante a nivel musical,
bueno, y a todos los niveles, como por ejemplo su siguiente álbum, el precioso “Moondance”.
Luego vendrían más grandes discos pero estos dos, que son dos joyas, siempre
son comparados. Cual de ellos es mejor? Pues no lo sé. A alguien que nunca ha
escuchado a Van seguramente le recomendaría “Moondance” porque es más directo,
entra con mayor facilidad o simplemente te engatusa antes. Tiene hits enormes y
apabullantes, canciones cortas y lindas… , vamos, lo tiene todo. Sin embargo “Astral
Weeks” no es un disco fácil, de entrada tenemos un esqueleto de canciones
primario ya que Morrison las compuso él solito rollo acústico encerrado en el
estudio, luego, les dio forma y las vistió con adornos jazzísticos, bluseros, folkis
y algo de clásica. Las letras son acojonantes, Van no para de narrar y si lo pensamos
bien no hay ningún estribillo en el disco o casi ninguno, canciones largas que
tocan el cielo y te dejan exhausto. Mi favorita del disco es “Cyprus Avenue” pero
casi todo el mundo coincidirá en que la canción representativa del disco es “Sweet thing”, una obra maestra descomunal.
En 1988 Mike Scott y sus Waterboys daban con la tecla exacta
y parían uno de esos discos antológicos que hoy celebra el cumplir nada menos
que 25 años, y lo celebran paseando sus canciones nuevamente por el escenario. Por
culpa de eso, y aunque me lo haya perdido, ando enganchado al “Fisherman’s
blues” y a los Waterboys una vez más. En aquel extraordinario disco encontrábamos
la joya de Van Morrison, aquel “Sweet thing” entonado por el señor Scott. No
solo entonado porque Scott la hace suya, se mete en su corazón, le da la vuelta
y atrapa su alma para entregarnos nuevamente ese diamante que es “Sweet thing”.
Dejaos llevar por esta joya, coverizaos terrícolas.
Desde luego que Astral es uno de los mejores de la historia y Madame George una de las más grandes canciones. sobre Scott basta ver la versión para calificarle
ResponderEliminarCosita dulce, grandeza absoluta.
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