Grandes
y excelentes discos de debut pueden ser en realidad un arma de doble
filo. El éxito masivo y sin contemplaciones de una banda con su
primer paquete de canciones suele hacer que se les tache de hype, que
el seguidor y amante de los clásicos recele y que los “púber”
se entreguen a ellos como si ya hubiesen llegado al nivel de Bowie o
Reed por poner dos ejemplos al tuntún. Ni una cosa ni otra, coñe.
Si el disco es bueno, pues lo es, y si resulta que es excelente casi
casi una POM pues lo es, qué cojones. Los Strokes lo hicieron, los
Franz Ferdinand, Arctic Monkeys y como no el grupo del que hoy os
vengo a hablar, los Vampire Weekend también. A aquellos magníficos
debuts llenos de canciones impresionantes que casi hacían del disco
una colección de singles inalcanzables para muchos les llegó el
momento del difícil y exigente segundo disco. Los Strokes en mi
opinión ya pincharon y su carrera por decirlo con cuidado se está
yendo al garete si es que no se ha ido ya a la mierda directamente, los Ferdinand
se apañaron un algo y aún firmaron un segundo disco digno pero
inferior y el siguiente intentó recuperar la esencia del debut pero
se quedó en el intento. En cambio, los monos árticos parieron un
segundo disco descomunal si bien es verdad que sus siguientes
aventuras no han llegado a esos niveles pero un servidor les sigue porque el amigo Turner es muy pero qué muy bueno. Y finalmente, qué
fue del los Vampiros? Pues “Contra” estaba bastante bien pero
tampoco era el debut, aunque pensándolo bien no creo que pretendieran
darnos una secuela al uso. A mi la “Horchata” me sentó bastante
mal pero luego el disco mejoraba lo que no está escrito y aún hoy
lo escucho a veces y creo sinceramente que mejora con el paso de los
años. Allí suenan aún hoy frescas y lustrosas “White sky”,
“Holiday, “California English”, “Run” y “Cousins”.
Daban, creo yo, una paso atrás para a día de hoy dar un salto hacia
adelante abriéndose ya nuevas vías, nuevos sonidos, y porqué no
madurar, aunque me pese utilizar este palabro por absurdo y tontuno
que es en este contexto. Han cambiado los Vampiros un algo pero si
quieren pueden hacer fácilmente lo de siempre, nos lo recuerdan en
algunos cortes pero es que ahora no están por la labor. Sí, han
cambiado. El nuevo disco es menos instantáneo pero es requetebueno.
Es mejor que “Contra”? Pues sí, oigan. Es mejor que el debut?
Buff... no se pueden comparar. Ya no nos dan esa trempera porque ya no
sorprenden pero el nuevo disco es realmente notabilísimo, cada día
me gusta más y más...
Vampire
Weekend - “Modern Vampires of the City” (2013): 01.- Obvious
Bicycle/ 02.- Unbelievers/ 03.- Step/ 04.- Diane Young/ 05.- Don’t
Lie/ 06.- Hannah Hunt/ 07.- Everlasting Arms/ 08.- Finger Back/ 09.-
Worship You/ 10.- Ya Hey/ 11.- Hudson/ 12.- Young Lion.
… cada
nueva escucha me proporciona una excusa para volver a ponerme el disco,
cada vez descubro algo que me seduce y me lleva al huerto. Este disco
es de largo recorrido, uno le va cogiendo el gusto y realmente es
bueno de cojones. Ya no hay africanismos a lo Paul Simon, bueno,
algún deje queda aún, alguna canción sí que tiene mucho del
pequeñín de Simon, sin embargo se aproximan y mucho al estilo que
se gastaba Brian Wilson sobretodo en los medios tiempos como el que
abre el disco, ese temarraco maravilloso que es “Obvious Bycicle”. Este nuevo disco en mi modesta opinión tiene una
primera mitad y parte de la segunda tremebundas, casi de Pom, pero
que se va evaporando poco a poco para quedarse en notable. Eso sí,
ese comienzo descomunal no nos lo quita nadie. Vamos con él pues. La segunda, “Unbelievers”, es una joya pop, fanfarria a lo Costello y pop de
etiqueta con estribillo de esos que te sacan la sonrisilla y te
erizan el bello. Seguimos para Bingo con “Step” que es un
mediotiempo precioso al que le sigue una de las canciones del disco,
esa “Diane Young” que por mucho que la disfracen es un
rock'n'roll clásico en toda regla. Temazo!. “Don't Lie” me
alucina, la llevo tarareando toda la semana, es una de mis favoritas.
Escuchadla y a ver si os atrevéis a decirme que no es acojonante.
Como lo es también “Hannah Hunt”. Joder, qué maravilla, con ese
comienzo modosito que nos lleva a ese piano ochentero de traca y esa
voz desgarrada. Oh! Y luego me rematan con el afropop a lo Paul Simon
de “Everlasting Arms”. Hasta aquí, para un servidor, el disco es
de sobresaliente, luego, creo yo, la cosa baja un poco de nivel (que
no mucho) y nos deja un regusto a notable que podía haber sido
excepcional. Si bien del final “Finger Back” recuerdan a sus
singles facilones y pegadizos de antaño y “Ya Hey” es un
temarro de los de verdad. Este nuevo disco de los Vampiros es un
discarro. Ya lo he dicho. Bonico del to y con largo recorrido. Hay que
escucharlo sin prisas pero sin pausas y dejarse llevar por esta gran
colección de canciones.
Convincente, muy convincente tu crítica Niko. Tomo nota y estiro la cartera (gulp!)
ResponderEliminarSaludos,
JdG