Llegó
2007 y con él Sam Beam entregó nuevo disco bajo el paraguas de Iron
& Wine. No fue un disco más, fue un discarro de tomo y lomo, un
auténtico punto de inflexión en su carrera. Ya nos había dado
alguna pista con Ep's y alguna que otra canción pero claramente “The
Shepherd's dog” marca un antes y un después, además de dividir a
sus seguidores en dos grupos. Los que prefieren su clasicismo bonico
del to de sus inicios con joyas como “The Creek Drank the Craddle”
(2002) y “Our Endless numbered days” (2004) como por ejemplo mi
hermano Black Meeple o aquellos que preferimos sus discos más
arriesgados, complejos y adultos como el marciano que aquí os habla.
Estando de acuerdo todos que “The Shepherd's Dog” es un auténtica
obra maestra del señor Beam. Ahora muchos de los que me conocen y me
han oído hablar pestes o sembrar mis dudas acerca del nuevo álbum
de Sam se llevarán las manos a la cabeza y dirán que cambio de
opinión como de calzoncillos. Es cierto. Soy culpable. Lo reconozco.
Soy culpable de dejarme llevar por primeras escuchas y por, no lo
negaré, ese tono almibarado que se gasta el disco sin disimulo
alguno. Luego como bien decía Íñigo López Palacios en El País
“El azúcar se posa al fondo y lo que queda tiene otro tono”. Es
verdad, después de dejarlo rodar y tal vez de conectar con él
sentimentalmente (pues ando yo muy blandito con mil preocupaciones)
le he ido cogiendo el tranquillo y se me antoja uno de los discos del
año. No, no es broma. Infinitamente superior a su predecesor, aquel
“Kiss Each Other Clean” (2011). Tenemos ante nosotros un “grower”
como dicen algunos terrícolas por las webs, un disco que crece y crece, un disco
de esos que se van descubriendo con timidez, enseñándonos modositos
una melodía en la que no habíamos reparado, un acorde, una trompeta
o unas simples campanillas. La voz de Sam Beam sigue siendo preciosa,
los coros marca de la casa siguen ahí, las melodías perfectas son
ya algo habitual y aunque cambia el traje con que las viste siguen
siendo lo mismo, al escucharlas en directo, completamente desnudas,
uno lo ve claro. Sam Beam es uno de los mejores, y lo seguirá
siendo. Aplaudo su búsqueda por darnos algo nuevo, por no
aposentarse e ir innovando, cosa que no se puede decir de otros
coetáneos suyos. Vamos pues con este estupendo “Ghost on Ghost”
que me ha robado el corazón estos días.
Iron
& Wine - “Ghost on Ghost” (2013): 01- Caught In the
Briars/ 02- The Desert Babble/r 03- Joy/ 04- Low Light Buddy of Mine/
05- Grace for Saints and Ramblers/ 06- Grass Widows/ 07- Singers and
the Endless Song/ 08- Sundown (Back in the Briars)/ 09- Winter
Prayers/ 10- New Mexico's No Breeze/ 11- Lovers' Revolution/ 12- Baby
Center Stage.
Decía
con buen tino The Black Meeple que la canción que abre el disco
suena mejor en acústico que en el propio álbum. No le quito razón.
Es una canción preciosa. Además a mí esas intros me incomodan
bastante. Como decía Chals, el disco tiene un punto de extrañeza
sónica que junto al almibar pueden tirar para atrás a algún que
otro seguidor del Hierro y el Vino. “Caught in the Briars” es
estupendísima, ya marca el tono del disco con esas trompetas, esos
coros y esa voz. Todo sobresaliente oigan, y como no, ese
instrumentalismo pseudo-jazzísitco moderné que envuelve todo el
disco. Luego viene “The Desert Babble” que fue protagonista de
alguna que otra pullita el otro día con mi hermano por su exceso de
azúcar. Hoy me parece sensacional, no os voy a mentir. Es
seguramente la canción que más me viene a la cabeza estos días. Y
claro, “Joy” es la leche. Bonica del to. Luego viene una de mis
favoritas del todo el paquete, “Low Light Buddy of Mine” con su
enigmática musicalidad, ese bajo de otra dimensión y la preciosa
voz de Beam casi susurrando: “I love you and you love me and
there's new fruit humming in the old fruit trees”.... Me derrito
toa toa. Luego viene el pop estilo “chicos de la playa” con
cierto aroma a teleserie de final de los sesenta con “Grace for
Saints and Ramblers” que suena cojonudísima y se está volviendo
una de mis favoritas. “Grass Windows” es una delicatessen de Beam
y con eso os lo digo todo. “Singers and the Endless Song” es otra
de las grandes canciones de este magnífico disco. Los vientos siguen
destacando y como no, esos preciosos coros. Me encanta esta
cancionaca. Joder, y el disco entero. No quiero ser pesado pues no sé
que deciros de cada canción, sólo que las escuchéis varias veces y
ellas mismas se irán presentando y acabarán por llevaros al huerto.
De lo que queda, que no es poco, y por ser breve me quedo con la
preciosa “Sundown” que de nuevo huele y sabe a Beach Boys, “New
Mexico's no Breeze” que es otro temarro descomunal y el jazzístico
tema de larga duración “Lover's revolution” que sabe a gloria
bendita. “Ghost on Ghost” es un magnífico disco de Sam Beam,
otro más. Es un disco precioso, dulce, bonico del to. Bendito sea el azúcar.
Hay artistas que hagan lo que hagan van a ser vanagloriados e idolatrados (estilo Pitchfork Media en el que todo lo gafapastil mola).
ResponderEliminarEl día que los Stones saquen un disco de pedos será una obra maestra de la flatulencia.
Pues no, no comulgo con ruedas de molino.
Este Ghost on Ghost, además de tener la portada más cutre y fea del planeta, es un disco gafapastil, pretencioso y que, con su ruidismo excesivo, ensucia melodías preciosas.
Muchos dirán que hay coros estupendos. De acuerdo.
Que hay unos metales acojonantes. Cierto.
Que hay un par de bass guitars de lo más funky. Totalmente de acuerdo.
Pero el disco está en su conjunto sobrecargado (de ruidos y de azúcar).
Soy muy fan de Sam Beam. De sus primeros y de sus últimos trabajos. De los desnudos y de los más experimentales. De su poesía y de su sobrecarga de azúcares. Pero en este Ghost on Ghost el azúcar es, por momentos, indigesto (lo siento, pero no hay quien cojones pueda con esa puta frase de inicio "is New year's eve..." de the deset babble).
Letras preciosas, arreglos acertados, melodías fantásticas, pero ¿qué necesidad hay de ensuciarlo todo?
Algunos criticaban el despropósito del acabado del Long PLayer del gordito Sexsmith. ¿Qué pasa que con el gordito sí nos atrevemos por su cara triste y con el barbas no?
Por momentos me recuerda a George Michael (y con eso lo digo todo). Otros a carátula de teleserie americana (Grace for saints and ramblers)...
Desde luego que esto no es de los discos del año.
Ni de lejos.
Sobres gustos..... A mi me parece un disco muy bueno que va mejorando a cada escucha..... Por cierto, te veo muy puesto con George Michael: freedom, freedom, you've gotta give for what you takeeee!!!
ResponderEliminarLo he escuchado como 15 veces y no hay manera. Claro que mejora con cada escucha (imagínate como fueron las primeras).
ResponderEliminarMira, ahora está sonando New Mexico's no breeze y es IN-FU-MA-BLE
Y hay otras canciones, especialmente de la cara B, que no hay por donde cogerlas. Pasteloso a tope.
JOy está bonita, Low Light Buddy of Mine muy bien y Winter prayers de mis favoritas.
Pero Caught in the briars por ejemplo está afeada a tope con los arreglos.
The Desert Babble bufff. Indigesta,
New Mexico's.. tres cuartos
Y la que cierra el disco ¿peor qué coño es eso? Baby center stage, menudo truño.
La pregunta es, señores. Si este disco fuese el primer disco de un grupo (y no el disco equis de un artistazo consagrado, ¿le darían ustedes una buena crítica?
Pregunta retórica: seguramente, NO.
Prescindible con momentos brillantes.
PD: Joderrrrr qué mala es Baby center stage... está sonando y es malísima.
No te calientes Mr. Meeple. A tu pregunta te diré, que seguramente no hubiese tenido tanta paciencia, creo que el señor Beam se la merece, la paciencia y mis sentidos a tope para escucharle. Creo que sí es un gran disco, a mi cada vez me gusta más, y... sí, la última canción sobraba. Yo hubiese acabado con "Lover's revolution".
ResponderEliminarJajaja qué buena discusión! Debo decir sólo coincido con el señor Meeple en su apreciación en torno a ciertas reminiscencencias a George Michael en algunos momentos del disco... De hecho me ocurrió casi desde el principio, aunque en otro sentido muy diferente: recuerdo que pensaba que este disco era una muestra de la gran diferencia que hay entre empalagoso (GM) y dulce (es innegable que este disco lo es, y no me parece que sea algo malo), y entre cantar empalagosamente mediocridades infumables (GM) y cantar de puta madre grandes composiciones como las que tiene este trabajo.
ResponderEliminarPor lo demás no ve ruido ni ruidismno por ninguna parte, veo grandes canciones de soul/R&B cantadas de coña con una instrumentación y unos arreglos de lujo que acompañan y realzan la melodía, en ningún modo la ensucian ni la desvirtúan.
Y no me importa una mierda si Sam Beam es una vaca sagrada o un completo desconocido, de hecho para mí era esto último pues sólo lo conocía de oídas y me he iniciado en sus obra con este disco, que me parece de puta madre (al igual que puedo decir que "Kiss Each Other Clean" no me convence en absoluto y que "Our Endless Numbered Days" me tiene sobrecogido).
En fin, que comprendo y comparto tu entusiasmo con este disco. Y "The Desert Babbler" me parece una auténtica gozada que no me canso de escuchar...
Saludos
Ah! Black Meeple, que sepas que Pitchfork le pone un 6,1 y Uncut un 9, Mojo y Allmusic un 8. Así que con ese 6 creo que a los gafapastas tampoco les ha gustado.
ResponderEliminarHombre Lou, yo he escuchado el Caught in the Briars desnudo con una guitarra, una mandolina y voz y es sobrecogedor, como el Our endless numbered days que mencionas.
ResponderEliminarEn cambio en el disco no entiendo la introducción ruidosa ni el final.
Insisto en que soy muy fan de Beam y en que creo que es un artistazo (y un gran tipo pues tuve la suerte de hablar con él un cuarto de hora hace unos años).
El disco está cantado de puta madre, algunos arreglos molan un huevo, etc. Hay cosas geniales. Ya lo dije antes, pero también creo que las críticas deberían ser justas y reconocer que hay temas infumables.
No me negareis que el último tema del disco es tremendamente malo. Y hay otros reguleros.
Sobre el ruidismo... para algunos será una genialidad, para otros experimentación y para otros ruido. Eso ya es cosa de gustos.
Pero yo, QUE SOY MUY FAN, no recuerdo ninguna canción tan mala como Baby center stage en ningún otro disco de Iron and Wine.
Y haciendo una crítica más seria diría que en el perro del pastor y en kiss each other clean el tipo está experimentando. Pero aquí parece un experimento forzado. Parece que está intentando huir de la etiqueta folk.
Que es un disco controvertido no hay duda. No creo que deje indiferente a nadie.
Y al mi hermanito el Niko le diría que no vaya tanto de listillo, ja, ja. Lo del Pitchfork, el 6,1, y alo había visto. Igual que me he leído por ahí un huevo de reseñlas de las que, en general, no sale bien parado. Normalmente se usan esos eufemismos cabrones de "no es el mejor disco de Sam Beam pero..."
Que traducido al español entendible quiere decir "el disco es un poco mierda, pero este tío es un genio y detrás lleva 5 discos que son la hostia".
Y ya no me pongo más pesao, pero hay que opinar, ja, ja. Que es de las pocas cosas gratis que nos quedan.
Nikochan, cuando quieras te escribo la contracrónica del Ghost on Ghost para tu isla.
ResponderEliminarAsí contrarrestamos tu reseña azucarada con una opinión de un fan descontento.
La oferta esta hecha y como diría Celia Cruz...
Aaaaaaaaasssuuuuuuucarrr
La quiero para el Lunes! y la del Harcourt para cuando? porque yo no la voy a hacer
ResponderEliminarEl mejor disco del año hasta momento presente estaría entre el "Fade" de Yo la Tengo y el "Rat farm" de los Meat Puppets, porque lo digo yo y punto y hasta ahí mi aportación. Eso sí, me entraron ganas/curiosidad de catar este nuevo I&W con tanto debate. Que además ya no me desagradó el anterior a pesar de las "nuevas producciones" y aunque, ojo, no me llegara al nivel de lo que precedía ni jarto vinate (la comándita con la base rítmica del gigante de arena -o los tremendos Calexico que es lo mismo- es la panacea)... Hala.
ResponderEliminarDespués de este acalorado debate, os dejo mi humilde opinión. Estoy de acuerdo en que "The Shepherd´s Dog" era un disco sublime. A partir de ahí no sé qué le ha pasado a este tipo. El anterior ya me dejó con la mosca tras la oreja. Y sin ánimo de ser cruel, de de decir que este "Ghost on Ghost" es horroroso (iba a decir porquería o bazofia, pero no quiero faltar). Quiere ser clásico y moderno a la vez, pero se queda a medio camino de cualquier parte. No he sido ni capaz de acabarlo entero. A otra cosa, mariposa.
ResponderEliminarDEspues de esta entretina discusión. Es algo dulzón pero no indigesto. No es G Michael pero salvo error si tiene un tema llamado JOy. A quién realmente me parece es al soft rock de los 70 vease Chis Rainbow, Eric Woolfson e incluso Gerry Beckley. Una recomendación Jeff Larson .
ResponderEliminarHola Maru!! Menos mal que alguien se une a la voz crítica.
ResponderEliminarTú lo has dicho quiere ser clásico y moderno a la vez y se queda ahí, en el limbo.
Yo voy más allá, creo que hasta ahora había intentado descubrir un nuevo sonido, experimentar, pero en Ghost on Ghost ya quiere ser "guay" y la experimentación se ve forzada, postiza a tope.
Quien haya escuchado la versión desnuda de Caught in the Briars entenderá lo que digo.
Y por último, claro que no es George Michael, joder Sam Beam tiene talento, pero es que el estilo va por ahí (y no soy conocedor de George Michael).
Ahora lo entiendo todo:
http://www.youtube.com/watch?v=xl_eHDO1y6U
Je, je.. menuda cover!!! a mi Mary, sí me gusta. Le he cogido el punto al caramelo y me tiene idiotizado.... será mi extraña semana de gafe?
ResponderEliminar¡Ni bazofia ni hostias, coño! ¡Este disco es una gozada! He dicho.
ResponderEliminarMr Meeple, no dudo que Caught in the Briars con guitarra y mandolina suene delicioso, pero esto es así porque el tema en sí es una pasada... Vale, que el señor Beam le ha querido añadir al principio y al final ruido de orquesta... y que le haya metido unos vientos (que en mi opinión le sientan muy bien) a lo largo... pero no creo que se cargue a canción, simplemente es otra versión para mí igual de válida y buena de la misma.
Tampoco creo que haya tratado de sonar moderno y clásico a la vez... por lo poco que lo voy conociendo, me parece que no se guía por ese tipo de cosas, más bien creo que ha hecho lo que le ha salido de los cojones y lo que en ese momento más le apetecía... ni siquiera lo veo como un experimento... a unos gustará y a otros no (como claramente se ve en estos comentarios)... A mí me ha gustado mucho... no sé, quizá se deba a que no iba con ningún tipo de expectativas (o a que tengo muy mal gusto, jeje), pero me cuesta creer que se pueda negar la calidad de temazos como “Low Light Buddy Of Mine”, “Singers And The Endless Song” o “Lovers’ Revolution”, por ejemplo. Puede que haga falta sacudirse unos cuantos prejuicios de encima antes de escuchar este trabajo.
De lo que no hay duda es que el tipo ha conseguido que se hable de él...
Saludos a todos.
Estoy contigo Lou! no tengo más qué decir!
ResponderEliminarHombre Lou, la verdad es que no necesito sacarme ningunos prejuicios de encima con Iron and Wine.
ResponderEliminarTodo lo contrario.
He escuchado este disco más de 15 veces con toda la ilusión y las ganas de que me guste.
Y me ha pasado como me pasa con un libro que espero y me decepciona, o con uno de mis juegos que compro y es malo: me entristezco. Me duele que algo que me ilusiona me decepcione.
Y haciendo crítica seria insisto en que yo hablo de cosas muy diferentes: por un lado de cosas QUE NO ME GUSTAN y por otro lado cosas que son de mala calidad.
Ya he dicho que creo que hay cosas que están bien, muy bien (yo también coincido en esos vientos de Caught in the Briars y del resto del disco), etc. etc.
Pero ¿por qué quienes alabais el disco no mencionáis esas medianerías, casi mediocridades, que también aparecen?
Vamos, que los arreglos de Cauht in the Briars, Low Light, Singers, etc. sólo son cuestión de gustos, pero la calidad está. Que son buenos temas pero que para mí los arreglos lo desarreglan todo.
Otra cosa es canciones pésimas como por ejemplothe Dessert Babble o Baby center stage y algunas otras que pasarían desapercibidas si no habláramos de un artistazo.
Dices "por lo poco que le voy conociendo". Yo a este señor lo ví en acústico en una sala con 99 estadounidenses cuando no lo conocía ni Cristo y luego le he visto tres veces más. Siempre he flipado(Con eso quiero decir que soy muy fan). Yo sí que lo conozco bastante y no se trata de expectativas, ni de prejuicios, ni de cambios de estilo.
En resumen es que como fan no me gusta este disco.
Y como persona que ama la música y escucha todo lo que puede, me parece malo en su conjunto.
Está claro que se abre la disyuntiva de opiniones:
los que lo consideren un discazo por su experimentación y originalidad y los que lo consideren una tomadura de pelo/caída en picado de calidad.
Eso sí, como bein dices lo que sí ha conseguido es que se hable de él.
:)
Saludos
Lo estuve escuchando el finde varias veces y, la verdad... En resumen, y aclarando de entrada que aunque no lo haya visto en directo sigo -y aprecio- la obra del pollastre desde el segundo disco, creo que es un alarmante paso atrás desde el anterior que, amén de darle a este sopas con honda hasta durmiendo, ya era a su vez otro paso atrás (aunque pequeño y menos sonado). Tampoco me parece una hez, no estoypor ejemplo de acuerdo con Mr. Meeple a la hora de destacar "Baby center stage" como mala canción (para mi es de los más honroso y rescatable del disco)... Y "joy", el tema de apertura, "singers..." o "sundown" me parecen cosas muy válidas (aun con ese fastidioso exceso de producción que marca/destroza, según casos, el asunto)... Ahora bien "the desert babbler" o "New Mexico's..." es de lo peor que he escuchado en tiempo... Y el tema alcanza el acábose con "Grace for saints and ramblers" que tiene una melodia tremenda y bonita porque sí pero que queda completa y fatalmente mutilada por esos tan innecesarios coros y giros bossanovienses de los que tanto se abusa (puro Stereolab en su peor acepción para mi)... Entiendo el cabreo de la Ficha Negra, y aunque este necesite tanto mi comprensión como una chancla sin suelas, vaya... Escuchas "Lion's mane" o "naked as we came" y después "the desert babbler" y, obviously, la violencia puede ser importante, si. Lo de "bazofia" se entiende que es desde la perspectiva de fan desde el primer paso del artista muy chasqueado para la ocasión (recuerdo, en esa dirección, haberme referido al ahora penúltimo trabajo de mi/s adorados Eels como "puta mierda total", por ejemplo). En fin, bien le haria al Paquito Judía que alguien le explique (y pronto) aquello del "menos es más"...
ResponderEliminarY hasta aquí mi breve pseudoanálisis no sin admitir que, para mi al menos, este tipo tiene crédito para derrapar (aún ahora)aunque el columpio empiece a hacer ruidos extraños y preocupantes... Otro igual ya dolería un pelín demasiado quizá...
Olé tú Guzz!!!
ResponderEliminar:)
No esperaba otra cosa de mi archienemigo.... Ah! recomiendo la crítica que se hace del disco en Río Rojo, donde gusta el disco como a mi pero..... es verdad lo que dice.... no me veo dentro de un año pinchando este disco... por algo será.... tendré que reflexionar.... aunque me sigue pareciendo muy buen disco!!!
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