Hace más o menos un mes que adquirí “Santiago de Cuba” a muy
buen precio, no llega a veinte euros, y con una calidad en el material
acojonante. La editora es “Ludonova”, es sevillana y junto a este juegaco editó
también “Fortuna”. El caso es que este “Santiago de Cuba” cierra la trilogía de
Michael Rieneck, después de “Havana” y “Cuba”, los tres juegos presentan unas
ilustraciones similares, el estilo es el mismo, los colores, algunos personajes…,
pero la temática es diferente y la dificultad también. “Santiago” es el más
ligerito de los tres, el más familiar y el más rápido de jugar pero no por eso
es un mal juego, de eso nada, el nivel de puteo es acojonante y el tener que
decidir la táctica rápidamente y a corto plazo lo hace interesantísimo. Es un
juego de 2 a
4 jugadores en el que una partida a cuatro puede resolverse en una hora y de
dos en media, con dos jugadores funciona la mar de bien y tienes más o menos
controlado al rival pero un fallo te penaliza en exceso, en cambio a cuatro la
cosa se vuelve algo alocada y dominar la situación parece francamente difícil
por lo que estamos ante un juego en el que tres sería el número ideal de
jugadores.
El tablero muestra el puerto comercial de Santiago de Cuba,
nosotros nos moveremos en coche a través de una calle que recorre el puerto en
busca de las materias primas que transportan los barcos. Habrá siete barcos,
siete rondas. Hay cinco materias primas, pero un barco sólo puede transportar
cuatro. Se tirarán los cinco dados de materias primas, el jugador que lanza
elige cual se queda fuera, y el barco transportará esas materias primas en la
cantidad que indique el dado. El objetivo es hacernos con ellas, al adquirirlas
nos darán puntos de victoria (que pueden variar su valor en función de como se
desarrolle la partida) que son los que decidirán quién gana el juego. Además
hay una serie de edificios que nos proporcionan acciones y personajes que nos
dan habilidades. Al escoger un personaje, éste nos da unas materias primas y la
posibilidad de usar alguno de los edificios. Bueno, no me enrollo porque no
estaréis entendiendo nada de nada. Me explico fatal en esto de los juegos, y
poco entenderéis si no estáis acostumbrados a jugar a juegos de mesa del
estilo. La verdad es que en precio/calidad es insuperable, es una pequeña joya
que descubrí gracias al soplo de Black Meeple y a la página “Yucata” que me
permitió jugar antes de comprar. Estoy muy enganchado y me parece sublime jugar
una partidita escuchando al bueno de Compay Segundo mientras degustamos un fantástico
mojito. Oh! Es lo que tienen estos calores...
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