Podemos discutir largo y tendido sobre como ha evolucionado la carrera de Eddie Murphy, unos dirán que tiene películas míticas en los años ochenta y puede que tengan razón, otros en cambio argumentarán que tiene tanta cantidad de mierdacas al uso que le desacreditan de todas todas y un cierto grupo de personas no querrán entrar al trapo por odiar profundamente al bueno de Eddie pero de lo que no hay duda es que era un cómico grandioso en los ochenta y lo nauseabundo que es ahora. No lo digo por sus películas, todas ellas taquilleras de la ostia antes y ruinosas ahora. Qué grandes eran los Superdectetives en Hollywood, Límite 48h, Entre pillos anda el juego y cosas por el estilo, también tenía alguna Kutranga como el Zamunda, cutre sí pero mítica también. El bueno de Eddie despuntó en aquella fábrica de humoristas llamada Saturday Night Live que vivió por entonces su mejor época, no duró mucho junto a Belushi, Akroyd, Murray, etc, etc, porque se los comía a todos, incluso rechazo el papel de negrata en los Cazafantasmas, qué sobrao!. Murphy es un cretino con gracia, un loco ingenioso, un enorme provocador cosa que puede verse con claridad en dos monólogos que salieron en VHS de la época que son la repanocha y que os recomiendo para ayer. “Delirious” de 1983 y “Raw” de 1987 son una lección del humor difícilmente superables hoy en día, escuchando el monólogo uno puede ver como cantidad de humoristas y monologuistas que actualmente gozan o gozaban de una fama y estatus altísimo han plagiado de aquí y de allá al bueno de Eddie. La otra noche si ir más lejos me reuní con mi archienemigo Guzzest y acabamos la noche disfrutando de “Delirious”, qué gozada!, qué risas más cojonudas y terapéuticas!, qué colgao estaba Murphy. Impresionante el ritmo del monólogo, como provoca, como insulta (motherfuckers!!!), oohh! qué grande, como imitaba el condenao! Imprescindible. Me lo pasé tan bien viéndolo que a la mañana siguiente mi señora y yo nos pusimos “Raw” para cerrar el círculo. Os recomiendo que superéis manías y prejuicios y consigáis esa obra maestra del humor que es “Delirious”. Delirante, claro.
Too Much Cocaine Man! y un Ego que no le cabe en su interior .Una lastima porque disfrutaba realmente con este tipo!
ResponderEliminarsaludos