Por fin acabaron las fiestas navideñas. Se acabaron las comilonas, las visitas familiares, los anuncios de colonias, los programas absurdos que nos quieren vender amor y felicidad, los resúmenes del año, los turrones, los polvorones y definitivamente quitamos los absurdos adornos navideños que colocamos cada año por estas fechas. Todo acaba con la festividad de los Reyes Magos, un sacacuartos como otro cualquiera pero lleno de tradición. Los Reyes Magos nos traen regalos según nos hemos comportado durante el año, la verdad es que yo este año he debido ser muy bueno porque realmente se han portado muy bien conmigo, todos menos el negro que siempre me putea, le pido una cosa y el muy cabrón me trae lo que le sale de los huevos. Una plétora de regalos encontré al lado de mis zapatos, todos absolutamente de mi agrado, claro que los calcetines y el paraguas no me los quita ni Dios, y es que son ya todo un clásico, lo mismo que las chuches, las mejores las escondes para que nadie se las coma en tu lugar, lo malo es que pasa el tiempo, te olvidas y al año siguiente al volver a esconder la nuevas encuentras tus chuches petrificadas y el rey de chocolate muy desfigurado.
Una de las cosas que han dejado estas navidades los reyes de oriente y que he comenzado a saborear es el pack de las tres primeras temporadas de “Doctor en Alaska”, una serie mítica que, como no, maltrató la televisión en este país, su título original es “Norther Exposure” y narraba las peripecias de un joven doctor llamado Joel Fleischman (Rob Morrow), urbanita, judío y neoyorquino para más señas, obligado a pasar varios años de su vida ejerciendo su profesión en el remoto (y ficticio) pueblo de Cicely, Alaska, teniendo que convivir con sus peculiares y excéntricos residentes muchos de ellos míticos para muchos de nosotros, como por ejemplo Maggie O'Connell (Janine Turner), Chris Stevens (John Corbett), Ed Chigliak (Darren E.Borroughs), Maurice Minnifield (Barry Corbin), Holling Vincoeur (John Cullum), Shelly Tambo (Cynthia Geary) o Marilyn Whirlwind (Elaine Mile). Una obra maestra de la televisión que nadie debería dejar pasar, yo al menos me sentaré en mi sofá para disfrutar de los habitantes de Cicely una vez más.
Pues si los reyes te traen regalos según tu comportamiento, creo que debo ser muuuuuy mala gente, porque cada año me hago ilusiones y luego... estampada. Cada 6 de enero a las 10 de la mañana pienso que los reyes magos van a putear.
ResponderEliminarLo más absurdo de todo, es que se gastan un pastón del cópón, y sin embargo yo, con 20 eurillos soy más feliz que unas castañuelas. Sólo hay que pensar en lo que me hace ilusión y tira millas.
Por si no os lo creéis os hago inventario de algunas cosas que me han traido: un cepillo de dientes eléctrico, unas bambas feísimas y carísimas (y no son de mi número), unas pinzas de cocina (!!!!), una coctelera (igual que la que ya tengo), y, ahhh!, yo tampoco me libro del paraguas y de los calcetines.
Lo sé, lo sé, peor están en el tercer mundo, pero, en vista del capitalismo en el que vivimos, qué mierda, no!? Puestos a gastar, que gasten menos y me hagan más feliz.
Así que, con las aficiones que tiene uno (que son muchas), a 7 de enero no hay ni un disco, ni un libro, ni un jueguecillo de mesa que echarse a la boca!! Joder!
Suerte que uno de los tres reyes me hizo un poco menos infeliz y me trajo algo que sí mola un güevo: Picture book - The Kinks Box Set
(si no llega a ser por esto, me hago aún más republicano). Cagüen la puta!
PD: definitivamente acabo de darme cuenta de que sí debo ser mala gente. Si no, ved lo que me regalaron para mi cumple (en diciembre): una máquina para cortar pelo (hostiassssss, y estoy medio calvo). ¿Es pa' cabrearse o no??
Soy el de antes.
ResponderEliminarMe olvidé de comentar que el tió me cagó un Cd (aleluya) y...un calendario!!!!!!
Vuelvo a ser yo.
ResponderEliminarVisto lo visto, este año voy a ser un auténtico hijoputa. Así los muy cabrones de los reyes tendrán toda la razón del mundo.
Qué asco!
ResponderEliminarmierda!
ResponderEliminarEl rey Nikochan se portó demasiado bien con Luish, la caja de los Kinks que por cierto está agotada, tendría que ser mía, sólo mía, en estos momentos... pero bueno, el chaval no se merece otra decepción... Y algo habrás hecho para que se te porten tan mal, je, je, aún te dura el cabreo....con lo bonitas y útiles que son las pinzas de cocina… De todas formas te entiendo, a mi me ha pasado otros años, pero no te preocupes que yo te daré una solución: cambia el cepillo de dientes, las bambas, los calcetines, el paraguas, el calendario, la coctelera duplicada y las pinzas de cocina por cash y directamente vas al cd drome a malgastar el dinero.... si es que.... por cierto, a mi me han traído muchas cosas moernas y tecnológicamente descomunales, no digo que no me guste, me encanta coño, cada año podría ser igual, pero es cierto que con un Backgammon también estaría igual de contento.
ResponderEliminarjua, jua, jua, je, je, je, ji, ji, ji..... jou, jou,juu!!!!!
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