Deathtrap (1982)

En 1982 Sidney Lumet entregó una joya muy poco valorada por crítica y público, estaba en medio de otras dos grandes películas, “Prince of the city” (81) y “The Verdict” (82), y es sencillamente una obra maestra a medio camino entre el cine y el teatro, una película de actores, con un guión calculado al milímetro, hablo de “La trampa de la muerte”. SINOPSIS: Sydney (Michael Caine) es un autor teatral que ha cosechado su cuarto fracaso consecutivo con su último y ambicioso proyecto y, por ello, parece condenado a vivir el resto de sus días a costa del dinero de Myra (Dyan Cannon), su esposa. Pero, todo cambia cuando recibe por correo la copia de una comedia policíaca: La trampa de la muerte, toda una obra maestra que podría convertirse en un gran éxito en Broadway a pesar de estar escrita por Clifford (Christopher Revee), un aficionado y antiguo estudiante al que Sydney le dio clases tiempo atrás. Si fuera capaz de asesinarlo podría apoderarse de lo que parece ser el mayor éxito de los últimos tiempos. Así que, Sidney invita a Clifford a su casa y planea una trama criminal junto a su esposa Myra para asesinar al estudiante y quedarse con la obra….. . Primero decir que el film es una adaptación de una obra que batió records en Broadway. Segundo que hay un brutal y apasionante duelo actoral entre Caine y Revee. Tercero, que la ambientación se ciñe a un solo decorado, todo sucede en la casa de uno de los personajes. Y cuarto que la trama esté llena de giros inesperados, sorpresas inimaginables, enredándose cada vez mas la trama. Deathtrap está entre el cine de suspense, intriga, misterio y la comedia pura y dura, el espectador es el detective y debe participar de la trama y dejarse engatusar, debe entrar en el juego, es un film que por su poco decorado y su duelo de actores recuerda algo a “Sleuth” (La huella, 1972), no es tan buena, claro, y un film del que Peter Bogdanovich tomó el ochenta por ciento de los mismos actores, casi el mismo decorado, la misma idea de teatro elevada al cubo y nos deleitó con la descacharrante “Noises Off” de 1992. Así pues si tenemos en cuenta que esta Trampa de la muerte no es de las diez mejores películas de Lumet, tenemos un gran trabajo por hacer, que es ni mas ni menos que repasar la obra de uno de los grandes, Deathtrap es muy buena, es fresca, dinámica, sorprendente, un film que no envejece nada mal y que cuenta con un espléndido reparto, un valor seguro, un monstruo escénico, un fenomenal Caine, y un sorprendente Revee que gana sin los calzoncillos por fuera y su capa. Un film imprescindible.