Clásicos nikochianos: BACK IN BLACK (1980)

Los hermanos Young, Malcom y Angus, forman en 1973 el grupo AC/DC en Australia, este dato es curioso puesto que los Young son escoceses, cosas de la vida les llevaron a la tierra de los canguros para formar el que tal vez sea uno de los tres mejores grupos de hard rock de la historia, para ello contaron en sus inicios con un vocalista increíble, Bon Scott, que representaba al rock tanto fuera como dentro de los escenarios, con Bon editaron discos increíbles como “High Voltage”(76), “Dirty Deeds Done Dirt Cheap”(76), “Let There Be Rock”(77) y el imprescindible clasicazo nikochiano “Higway To Hell”(79) con el que alcanzaron el éxito absoluto. Al año siguiente de su lanzamiento muere Bon Scott, parecía el fin del grupo, para otras bandas la muerte de su vocalista significa el fin pero para los hermanos Young todo era posible. En 1980 anuncian que Brian Johnson se incorpora al grupo como vocalista y editan “Back In Black” una de las referencias ineludibles del rock del siglo veinte y que está dedicado a Bon Scott. El álbum empieza con un sonido de funeral, suenan las campanas, se toma su tiempo, suena la batería, la guitarra y la voz de Brian, acojonante, suena “Hells Bells”, perfecto inicio, demoledor, una de las mejores canciones del disco, le sigue “Shoot To Thrill” con un riff espeluznante, pura energía, rock grasiento de alto voltaje, una canción que sin duda marca la línea a seguir por estos nuevos Ac/Dc en el futuro, “What Do You Do For Money Honey” nos recuerda que estamos ante un grupo de hard rock, nada mas y nada menos, no hay tiempo para relajarse, esta vez un rock en toda regla, con guitarras afiladas y unos coros de estadio muy “heavies”, muy ochentenos por cierto, pero absolutamente buenísmos. “Given The Dog A Bone” continúa para bingo con esas guitarras y esa voz a la que te vas acostumbrando, no echamos de menos a Bon Scott aunque realmente era muy diferente a Brian, era mas rockera y la de Brian tiene ese tonito heavie, en esta canción Brian lo borda, continuamos con “Let The Put My Love Into You” que se tranquiliza un poquito, nos deja respirar unos minutos, tomar una bocanada de aire para lo que nos espera, y nos espera nada mas y nada menos que “Back In Black” una canción que quita el hipo, perfecta, demoledora, un clasicazo instantáneo, derrochan clase, dureza, rock por los poros: “Well I'm back in black. Yes I'm back in black, Ohh yeah Yes I am Oooh yeah, yeah Oh yeah. Back in black. Yes I'm back in black.. .” perdón no lo he podido evitar, ese estribillo es superior a mi y el solo de guitarra me pone a mil, que canción mas buena, coño. Seguimos con otro pelotazo histórico, otro número uno, “You Shook Me All Night Long” con esa entrada tan simple que da paso a una guitarra extraordinaria, un ritmo de baile estupendo para las cinco de la mañana, dinamita para tus oídos, si esta canción no te gusta deberías ir a un psicólogo, imposible quedarte sentado, y esos coros, esas voces que se van a quedar en cualquier momento sin aire, joder, que buena es, no tengo palabras. “Have A Drink On Me” es un poquito mas lenta que las anteriores, pero continúa con los coros y la guitarra nerviosa y punzante, “Shake A Leg” una de mis favoritas, un número uno escondido entre tanta calidad, muy zeppeliana por que no decirlo, pero tan buena como cualquiera de aquellos, y finalmente “Rock And Roll Ain’t Noise Pollution” algo mas blusera, sin perderle el tono al disco, rock grasiento de carretera, la voz menos aguda y mas como un Daltrey enfadado, como un oso feroz, una canción perfecta para cerrar el disco, un disco que transpira rock, energía, guitarras y calidad por doquier, con la entrada de Brian Johnson consiguieron un discazo, que nunca mas repitieron, siempre hay un par de canciones como Shoot to the thrill en sus discos pero nunca consiguen una colección de canciones tan extraordinaria como en este lp, un disco imprescindible, antológico, un auténtico clásico, un clásico nikochiano.