Before the devil knows you’re dead (2007)

“Before the devil knows you’re dead” es el último film de Sidney Lumet, un Lumet que parecía de capa caída, un Lumet del que yo pensaba que nunca volvería al nivel de “Serpico”, “Dog Day Afternoon”, “Network” o “Prince of the city”, pero va y el bueno de Sidney nos entrega en el 2007 una obra a la altura de aquellas películas, cine en estado puro, con un guión calculado al milímetro que nunca pierde el ritmo y unos actores que quitan el hipo, un guión donde la familia, el dinero, el crimen, el engaño y la ética trazan un inquietante film, y al compararlo con “Cassandra’s Dream” ya que este film woodyallinesco habla de las mismas cosas y es del mismo año sale claramente vencedor, Lumet 1 Allen 0, la verdad, aquel film no estaba a la altura, pero en este caso Lumet sí sabe que hacer con una buena historia y unos buenos actores. SINOPSIS: Desesperados por conseguir dinero fácil, dos hermanos de clase burguesa, Andy, (Philip Seymour Hoffman), un ambicioso hombre de negocios casado con una mujer florero y adicto a la heroína, y Hank (Ethan Hawke), cuyo sueldo se va casi íntegramente en pagar la pensión de su ex mujer y su hijo, conspiran para llevar a cabo el atraco perfecto: atracar la joyería de sus padres en Wetchester, Nueva York. Nada de pistolas, nada de violencia, y nada de problemas. Pero cuando su cómplice decide no cumplir las reglas del juego, las cosas no salen como ambos se esperaban… Un film memorable, sin duda un film brillante con un Philip Seymour Hoffman (Capote, Magnolia) inconmensurable, cosa que ya no es novedad, un Ethan Hawke (Gatacca, Before Sunset) perfecto que presenta una actuación impoluta, con un Albert Finney (Miller’s Crossing, Murder On The Orient Express) recuperado para la causa y una bellísima y sexi Marisa Tomey (My cousin Vinny, In The Bedroom) que sabe estar a la altura. Así pues, Lumet con mas de cuatro décadas de carrera a sus espaldas entrega un enorme e inquietante film, perfectamente dirigido, con actuaciones sublimes, con innumerables flashbacks bien organizados que enfocan la historia desde diferentes ángulos para explicarnos exactamente lo mismo, con un final duro y necesario, sin tonterías ni concesiones al espectador, una lección de cine que se tendría que valorar mas en estos tiempos que corren, es el primer film realmente bueno que veo en estos últimos seis meses. Gracias señor Lumet.