Un ser llamado Guzzest. Capítulo 22: Golpea a los mocosos
El teleférico llegó al final del trayecto, un letrero de madera rezaba: “Welcome to Pinchauvas mountain”, los dos aventureros estaban algo confundidos y de bajón puesto que se les habían terminado todos los cigarrillos risueños, y casi no se acordaban del motivo de este peculiar y absurdo viaje, hasta que algo sonó en la cabeza de Guzzest.- Flush, quieres parar de reír me tienes harto, hartito me tienes con la risita satánica.- a lo que Flush contestó.- Mira que eres bobo, es la maldición esa de los huevos, recuerdas? resurrección, maldición, risas, viajecito, hombre que quiere acabar con nosotros y el mecherito de Kochan, te viene algo a esa cabeza hueca?. – Bueno, ya estamos en la montaña, tenemos el mapa, dice, caminar quince pasos hasta el árbol con forma de alienígena borracho, caminar luego en dirección norte treinta y cinco pasos de gnomo australiano hasta llegar a la piedra donut, y por último, saltar a través de la piedra y cuando la cabeza dé contra el suelo, sabréis donde tenéis que cavar. Bueno, Flush, pues ya sabes, que prefieres, cavar o saltar y cavar?.- dijo Guzzest algo cansado de las instrucciones que les dejó la bruja Munthes.- Prefiero que te pierdas, es tu risa demoníaca, y tú, saltas y cavas, yo miro.- contestó Flush. Así pues Guzzest siguió al pie de la letra las instrucciones, y al saltar por el agujero de la piedra donut, se quedó atorado, pero al suelo cayo algo, parecía un cigarrillo..- Mira que eres rastrero, un cigarrillo risueño, no decías que era el último?, maldito seas, gañán, pues ahora me lo fumo, tu sal de la roca como puedas.- dijo Flush algo enfadado.- Je, je, pues si quieres fumar, primero tendrás que cavar justo donde ha caído el cigarrito, porque me parece que mechero, lo que se dice mechero, no tienes, je, je que panolis.- exclamó Guzzest mientras reía. - Pues no eres tu solo el que tenía secretos, me queda una cerilla, y aquí tengo el cigarrito de mis sueños mas risueño que nunca, me pondré aquí delante, y mientras espero y fumo, mi vida yo consumo, para que lo veas bien, pinchauvas, que eres un pinchauvas, pin-cha-u-vas!- gritó Flush algo nervioso, en ese momento un rayo cayó en la piedra donut, partiéndola y liberando a Guzzest, extrañado miró las instrucciones que decían claramente, bueno, claramente, en letra pequeña, no decir nunca pinchauvas tres veces.- Joder Flush, la has cagado, mira que decir eso, y ahora que pasará?, enciende el cigarro que puede ser el último, enciéndelo, leches.- Gritaba Guzzest mientras lloraba. En aquel momento, una voz y su eco se escuchaban por toda la montaña: Here I stand (here I stand..) Look around around around around (around around around around..) But you wont see me (you wont see me..) Now Im here (now Im here..) Now Im there (now Im there..) I’m just a just a new man. Yes you made me live again.- Rápidamente Flush se puso a cavar y a cavar como un desesperado, y consiguió el mechero, era un mechero clipper rojo o verde, daba igual, se lo metió en el bolsillo, y gritó corre Guzzest, corre, es UUUUUddddeeeeeeeeee!!!!!. Y los dos cogidos de la mano comenzaron una carrera frenética hacía el teleférico, Guzzest, el pobre se ahogaba, Flush era demasiado rápido y atractivo para él, mientras corría toda su grasa se movía como si de una bailarina se tratase, era arte en movimiento, corría y corría, Flush desde dentro del teleférico le animaba, mientras la puerta se iba cerrando, Ude ya estaba pisándole los talones, Guzzest saltó y la puerta se cerró bruscamente, él estaba dentro, y su pie fuera, pero el teleférico comenzó a bajar mientras Flush miraba a través de la ventanilla, y veía como Ude se colocaba unos pies de pato de submarinista, unas gafas, un tubo, y enseñaba un cartel que ponía “Nos vemos abajo” y daba un salto al vacío, Flush se quedó petrificado. Mientras tanto, el sudor de Guzzest, parecía un surtidor, fue deshaciendo el papel del interior de la cabina y dejó a la vista unas fotos de Ude, Ude disfrazado de taxista, Ude disfrazado de conductor de autobús, Ude disfrazado de vendedora de tickets….Guzzest al borde del ataque de nervios exclamó: Estamos perdidos Flush, no hay escapatoria, escuchas eso, es la maldición, la maldición en mi cabeza, acabará conmigo una cosa u otra.- No, Guzzest, no, eso no es la maldición, eso que escuchas es a Ude, escucha bien, viene desde abajo, creo que no está esperando, escuchas lo mismo que yo? “Beat on the brat. Beat on the brat. Beat on the brat with a baseball bat. Oh yeah, oh yeah, uh-oh. Oh yeah, oh yeah, uh-oh!!”
0 comentarios:
Publicar un comentario