Clásicos nikochianos: WHO'S NEXT (1971)

Muchos grandes discos de la historia acaban realizándose de chiripa, “Who’s Next” de 1971 no es una excepción, el proyecto conceptual y futurista que Pete Townshend buscaba llamado “Lifehouse” nunca llegó a buen término, al grupo no le parecía del todo bien, no estaban seguros de la calidad del proyecto, ya que era demasiado arriesgado y por eso el proyecto se vino abajo. Así pues de un gran proyecto de álbum conceptual que seguía la tradición de “Tommy” o “Who sell out” pasamos a un disco simple, sin historias ni cuentos chinos, un disco de canciones, y la primera te deja helado, seguramente el mejor inicio de disco que existe en la historia, a comienzos de los setenta, un grup rockero, en la época mas rockera, abren el disco con un sintetizador, los Who son los primeros en utilizar riffs con sintetizador, quién lo iba a decir, ya sabéis gafapastas, arrodillaros, y lo hacen con “Baba O’Riley”, el título proviene del gurú hindú Meher Baba y del compositor minimalista Terry Riley, toda la canción es un auténtico pelotazo pero el final, ese final, con un violín acelerado y en éxtasis te deja helado, y aunque con esta canción ya tienes mas que suficiente, lo que te espera es, tal vez, lo mejor que uno pueda escuchar, “Bargain”, otra joya, Daltrey se muestra en esta canción, y en todo el disco como el mejor cantante de rock de todos los tiempos, un maestro, la voz de los Who. Luego entra a todo trapo “Love ain’t for keeping”, fabulosa, una de mis preferidas, y no sólo aquí sino en todo el disco, la calidad de las letras es de sobresaliente, pero en “My Wife” canción del mejor bajista de todos los tiempos, John Entwistle, el humor y el cinismo están presentes en esta canción, insuperable. El disco prosigue con dos baladas increíbles “The song is over” que acaba con unas notas de la canción “Pure and easy” que incomprensiblemente fue un descarte, y sigue con “Getting in tune” demostrando que el proyecto Lifehouse no era moco de pavo aunque sí extraño, a todo esto llega Townshend, uno de los pocos genios que nos quedan en la música actual, con su “Going Mobile” utilizando a todo tren ese pedal Wah-Wah que tanto le gustaba a su íntimo amigo Hendrix, una canción tremenda oculta, una maravilla, que te deja en coma para poder saborear “Behind Blue Eyes” una de mis cinco canciones favoritas de la historia, y punto. Y para finalizar, y dejarnos con la boca abierta nos ofrecen mas de ocho minutos de rock, con “Won’t get fooled again” que te hace enloquecer, gritar de rabia y sublevarte contra todo, los redobles del tal vez, mejor batería del mundo, te hacen meterte en la canción como si estuvieras en el escenario, la canción resume lo que son los Who, rock, energía, locura, rebeldía, sarcasmo, bueno, lo tienen todo, y cuando acaba, no eres capaz de poner otro disco ni de ellos ni de cualquier otro, has tenido suficiente. Estamos ante el mejor disco de los Who, disco donde mejor canta Daltrey, donde mejor toca y mejores composiciones hace Townshend, donde Entwistle se sobra y Moon llega a su mejor momento, un disco increíble que podría haber sido mejor si “Pure and easy”, “NaKed eye”, “Water” o “Too much of anything” hubieran estado en el disco. Disco clásico, portada clásica y mítica, los Who meando en el monolito de Kubrick, genial, portada que aún hace mas increíble el disco, un disco convertido en clásico, en clásico nikochiano, y depués de esto, no nos volverán a engañar, otra vez.