Clásicos nikochianos: WILD WOOD (1993)
Después de crear muchísimas buenas canciones con The Jam, aunque, eso sí, siempre siendo el tercero en discordia con The Clash y Sex Pistols, Dioses absolutos de la escena británica en tiempos de Margaret Thatcher, y después también de su incursión soul-popera, mas capricho que otra cosa que fue The Style Council y que le sirvió para sacudirse la rabia política de The Jam. Paul Weller se decidió a recorrer su camino en solitario, aunque muy bien acompañado, le ayudan, Steve White como batería, Mick Talbot (su compañero en Style Council) al órgano y piano, y dos miembros de los Ocean Colour Scene, Steve Craddock como guitarra, luego se convierte en su guitarra habitual, y Simon Fowler cantante de los Ocean que aquí le hace los coros. Y con estos mimbres nos entrega en 1993 un rayo de esperanza, el disco “Wild wood” obra maestra de los 90, Weller, agolpa, mezcla y crea un excelente cocktail con los elementos aprendidos en sus dos anteriores grupos y la esencia de sus ídolos: The Who, Small Faces, Kinks, Spencer Davies Group, Traffic y por supuesto The Beatles. Y es con esa esencia beatleliana que abre este fantástico e increíble disco, “Sunflower”, suena, y te das cuenta que lo que escucharas tiene, mucha, mucha clase, luego unas notas al piano enseñan “Can you heal us (Holy man)” tal vez una de las canciones que mejor definen su estilo, y llega el momentazo “Wild wood”, absolutamente perfecta, de principio a fin, es una obra maestra que lleva a Weller a entrar en el selecto grupo de aquellos que están por encima del bien y del mal, y un pasaje negroide musical nos da paso a la magnífica “All the pictures of the wall” donde reconocemos al Winwood de Traffic, y llega la parte mas americana del disco con “Has my fire really gone out” y “Country” y es entonces cuando nos parece escuchar ecos de Neil Young, pero con la voz de Weller, mas Weller que nunca, esta pequeña etapa la cierra una extraña pieza instrumental que abre paso a la inconmensurable “5th season”, soul de etiqueta, y luego, de nuevo con “The Weaver”, la influencia de Winwood se deja notar mas que nunca, otro poquito instrumental para acercarnos a “Foot of the mountain” y aquí se desmelena con una canción 100% Weller, marca de la casa, estilo que han copiado miles de grupos de la últimas dos décadas, para seguir con “Shadow of the sun”, un medio tiempo tranquilo muy soul para encararnos al final del disco seguido del “Holy man (reprise)” totalmente instrumental, hippie, brutal psicodélia, excelente. “Moon on your piyamas” le da la replica sofisticada, dulce, soul, y tranquila, y finalmente nos remata con una “Hung Up” que planta las bases de cómo debe ser un disco de britpop, revival mod, psicodélia, soul y R&B, todo eso en el mismo disco, en la misma canción, mente y voz de una persona, un Weller que con este disco entra en la leyenda de los grandes de la música, haciendo un disco especial, único, tremendamente bueno, mágico, y excelente en algunos de sus pasajes, convirtiéndose por derecho propio en todo un clásico, en un clásico nikochiano.
"...un Weller que con este disco entra en la leyenda de los grandes de la música..." Excelente, por fin este bloj ofrece un mínimo de sentido del humor...ya tocaba.
ResponderEliminarDesagradecido e Ignorante, dos sinónimos de Guzzest.
ResponderEliminary sigue...aaay, que me meo, para para por favor...
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