Coverízate: Paul y los hermanos medianos nos llevan a Portland, oh no


Esta última semana la llevo yo pensando mucho en mi archienemigo Guzzest, más conocido últimamente en la bloguería como Don Guzz. Hace mucho que no le veo y eso que vivimos a una distancia que caminando podría llevarnos tan solo un cuarto de hora recorrerla pero desgraciadamente nuestros horarios son incompatibles y para rizar el rizo los fines de semana veraniegos un servidor los pasa en la costa brava porque estar en la ciudad es insoportable. Pues bien, pensaba en él en términos de maestro gurú. Cuanto me ha enseñado el cabroncete y cuantas veces no le he hecho ni puñetero caso hasta que años más tarde tengo que darle la razón. Sí, así es, pienso en darle la razón y las gracias pero me lo guardo para mis adentros. Lo último? Paul Westerberg. Grande entre los grandes. Sí. Don Guzz lo tiene en un altar y a su "Let it Be" más aún. Sí, un discazo. Al señor Westerberg llego tarde pero llego y comienzo a considerarlo casi un genio. Ahora sí, Gracias Guzz! Miembro fundador de The Replacements, estuvo allí una década, del 81 al 91, para luego tomar una carrera en solitario que estoy descubriendo a mi edad. En 1989 salía su penúltimo disco "Don't tell a soul" con la banda madre, y en alguna edición especial, en los bonus tracks aparecía esa joya que es "Portland", una de mis canciones favoritas que luego también aparecería en 1997 en aquel espléndido "All for nothing". Aij, qué canción: Shared a cigarrette for breakfast....... Its too late to turn back, here we go. Portland, Oh no!....

Ostias qué temón! Pues bien. Hace unos años me hago con el informe secreto "McCauley". Nace de la banda "Deer Tick" que me chiflan, su líder John McCauley es amiguete de Taylor Goldsmith líder de Dawes y con eso os lo digo todo. Juntos forman "Middle Brother" con la inestimable ayuda de Matthew Vasquez de los Delta Spirit.... y joder, ese disco homónimo de Middle Brother (2011) resulta ser un cañonazo antológico. De esos discos que te cogen por sorpresa y te dejan en cueros. Pues allí, sorpresivamente estaba esa versión de los Replacements, ese Portland, oh no!. Maravillaza descomunal que me pone los pelos de punta cada vez que la escucho. Grandísima versión. Coverízense terrícolas, no lo duden, y serán felices.

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