No os voy a mentir y os diré tanto que esperaba con nerviosismo el nuevo disco de Brendan Benson como que al oírlo más de media docena de veces me ha parecido una regulería que para nada me esperaba. Al parecer al señor Benson el vampiro de Jack White le chucló toda la magia que le quedaba en su proyecto conjunto, The Raconteurs, pues del Brendan de “Lapalco” y “Alternative to Love” que destilaba magia por doquier no queda mucho la verdad. Aquellos dos discos son imprescindibles, discarros que a un servidor le han hecho más de una y más de dos veces feliz, pero no sé que ha pasado y en qué narices está pensando Benson en estos momentos. Tampoco me haré el sorprendido ahora del bajón creativo del muchacho, aquel “My old, familiar friend” me dejó bastante destrempado pero como me había dado tantísimas alegrías anteriormente tenía que darle una nueva oportunidad con “What kind of World” que no es que sea malo pero le falta gancho, nervio, chispa, carisma, yo qué sé, le faltan tantas cosas… La cosa es así: no es un disco malo, al tipo no se le ha olvidado cantar, tocar y componer pero lo cierto es que te acaba aburriendo y eso no es muy buena señal, y aunque muchos quieran etiquetar a este disco como un “durmiente” la verdad es que no creo que lo despierte ni George A. Romero.
Brendan Benson – “What Kind of World” (2012): 01.- What Kind Of World/ 02.- Bad For Me/ 03.- Light Of Day/ 04.- Happy Most Of The Time/ 05.- Keep Me/ 06.- Pretty Baby/ 07.- Here In The Deadlights/ 08.- Met Your Match/ 09.- Thru The Ceiling/ 10.- No One Else But You/ 11.- Come On/ 12.- On The Fence.
“What kind of World” abre el disco dignamente, al menos no salgo corriendo pero tampoco es la monda lironda. No es “Spit it out”, vamos. Ramalazos de calidad aún le quedan pero…, demasiados peros creo yo. Con un poco más de marcheta y unos organillos ochenteros se nos aparecería el espíritu de Jeff Lynne . “Bad for me” fue el adelanto. Pianito, baladita tirando a medio tiempo de esas bonicas, pero que no conseguirá derretir nuestros corazones ni bajarle las bragas a las jovencitas, ni ná de ná. “Light of day” ya me gusta más pero no sé si porque es mejor realmente o si es porque empiezo a tirar de optimismo desmesurado ante el pastiche que nos sirve Brendan. Popr-rock de etiqueta, muy a lo Noel Gallagher, tal vez lo mejor del disco o no. Y bueno, el disco es un sube y baja, y vuelve a bajar, para recuperar un poquito y luego volver a caer. “Pretty baby” cabría en un disco de los Raconteurs con Jack White doblando las voces y por destacar otra canción, la que cierra el disco es verdaderamente buena, si todo el disco hubiese sonado así… Bueno, “On the fence” es una pop-countresca composición bonica del to que personalmente me agrada pero sigue careciendo de eso que o lo tienes o no, eso que ni se compra ni se vende, eso que no se aprende en ninguna parte y que aunque me cueste reconocerlo Brendan no tiene. Es un buen cantante, un gran compositor y un multi-instrumentista de lujo pero… nunca será John Lennon. Claro que el 99% de músicos tampoco lo serán, no seamos injustos con Benson. Espero que vuelva al supergrupo con White, Lawrence y Keeler. Quiero el tercero de los Raconteurs para quitarme este mal sabor de boca, quiero el tercero de los Raconteurs, y lo quiero ya!
Qué más se puede añadir: coincidimos al 100% en cuanto al señor Benson, como ya leíste en mi opinión de este disco. Es una lástima el bajón creativo de este hombre.
ResponderEliminarMañana iré a verlo en directo, a ver qué tal.
Saludos.
Sí. Ya leí tu crónica. En aquel momento pensaba lo mismo que ahora, y que tú, pero sólo lo había escuchado un par de veces y muy por encima. Ahora lo tengo claro. En concierto puede estar bien, pensé en ir pero ya me dejé la pasta con Chuck que fue la leche.
ResponderEliminarPd:y sí, la dieta de Benson es muy efectiva. Está como un palillo. Supongo que algo de droga y alcohol siempre van bien para adelgazar. Ah! y leo siempre su blog, que lo sepa.