What's Up, Doc? (1972)

Últimamente parece que se ha perdido la costumbre de realizar comedias de enredos, comedias clásicas donde una mujer vuelve loco a un hombre, metiéndolo en mil y una situaciones a cual mas extraña, mientras a su alrededor se suceden situaciones absurdas, inequívocos graciosos y un sin fin de enredos y confusiones, ahora el humor se basa en hacer una parodia de las películas taquilleras del momento poniendo tetas y músculo de por medio, a lo mejor se piensan que todos somos burros o catetos, algunos hay, pero yo al menos no me considero uno de ellos. Ya es difícil encontrar directores como Howard Hawks o Billy Wilder cuyas comedias aún hoy te dejan pasmado, tampoco hay genios como Peter Sellers, Jack Lemmon o Walter Matthau, sólo caras conocidas y televisivas al uso, así pues tenemos que remontarnos a 1972 (que tendrá ese año que me gusta tanto?) para que un director, un buen director como Peter Bogdanovich autor de films como The Last Picture Show (71) o Paper Moon (73) se decida a homenajear a los clásicos, a la comedia clásica, sin llegar al nivel claro, pero es que superarlo es difícil, con la grandiosamente divertida What’s Up, Doc? (72), protagonizada por un inmenso Ryan O’Neal que venía de hacer Love Story (70) y que luego repetiría con Bogdanovich en Paper Moon, y una deslumbrante, sexy, divertida, carismática, a veces tirando a la locuras de Buggs Bunny y resplandeciente Barbara Streisand. Los dos protagonistas, cada uno en su papel extremo, nos conducen por una serie de enredos divertidísimos, alocados, con su dosis romántica, claro, que hacen que la película suba de nivel, sin olvidar esos papeles secundarios dignos de las mejores comedias. Sinopsis: Howard Bannister es un joven musicólogo, serio, tímido y despistado. Acude a San Francisco con su novia a una convención en la que se le va a conceder una beca para seguir investigando. Allí conoce a Judy, una joven que le hará vivir una serie de situaciones disparatadas. Por tanto aquí tenemos una película que homenajea a aquellas comedias desternillantes de los cuarenta y cincuenta, una comedia de enredos, irregular a veces pero con algunos gags dignos de pasar a la historia (el lío con las maletas es espectacular) y con una pareja de actores en estado de gracia, una comedia que no te cansas de ver y que siempre, siempre, te hará reír. Divertida sin mas.