Clásicos nikochianos: PAUL SIMON (1972)
De la inolvidable cosecha de 1972 apareció otro disco de esos que te dejan helado, ni mas ni menos que el primer disco de Paul Simon en solitario, el álbum también llamado Paul Simon marca el camino que seguirán muchos de sus discos, la música de Simon siempre se ve salpicada de ritmos de otros países y culturas, influencias étnicas que sin duda Simon llevó al cielo en Graceland, tal vez su mejor disco, pero la verdad, este cantante de metro y medio tiene una colección de discos tanto en solitario como con Garfunkel espectacular, incuestionable y de obligada escucha, a veces incluso se le maltrata cuando se habla de los mejores, y creo que Paul Simon está entre ellos. Desde el comienzo del disco sabes que lo que te espera te va a enamorar, tambores isleños, un organito y una guitarrita con mucho ritmo nos da la bienvenida, la voz de Simon entra tan dulce y poderosa como siempre, este tipo canta como los ángeles, y además ese gustillo a reggae que encandila, “Mother and child reunion” es una canción diez, ni un pero, perfecta de cabo a rabo, después llega Duncan que creo que fue el single oficial, guitarra acústica triste que se abre camino, puro folk, bella, preciosa, con la flauta peruana a lo El condor pasa (If i could), me pone los pelos de punta, luego llega “Everything put together falls apart”, delicada, sencilla, magia en la voz de Simon que sigue explotando la vena acústica, algo mas jazzera eso sí que la anterior y es que “Run that body down” es una de mis favoritas, me encanta escucharla en los día de lluvia, “Arnistice day”, exhibición folk con algunos acordes blueseros que nos prepara para la mejor canción del disco junto aquella Mother and child, “Me and Julio Down by the schoolyard” es buenísima, una canción que te anima, te hace sonreír, una joya de menos de tres minutos, que te encandila con la guitarra y esos coros algo infantiles, sólo por esta canción valdría la pena comprar el disco. “Peace like a river” otro bombazo de Simon, percusión africanada para una balada perfecta, “Papa Hobo” algo beatleliana pero con la americana por montera y ese folk de raíces que tan bien hace Simon, “Hobo’s blues” un blues-jazzero instrumental que bien podría salir en los títulos de crédito de una de Woody Allen, en este momento es como un oasis en pleno desierto, una locura de esas geniales, “Paranoia blues”, como dice el título, es un blues de toda la vida que te acerca al final del disco, un final folk y melancólico con Congratulations, mas en la línea que tenía con Garfunkel pero sin la excepcional voz de éste. Así pues el debut de Simon en solitario no podía ser mejor, aunque para mi Graceland es insuperable, lo de Paul Simon es un caso aparte, en el 72 comenzó a dar señas de lo que nos esperaba y nos entregó un auténtico clásico, un clásico nikochiano.
Ya me lo estas regalando en vinilo para mi santo... 23 de abril, San Guzzest: día del disco y el capullo... chicheñó !
ResponderEliminarThe only living boy in N.Y.
ResponderEliminarquién eres anónimo? esa canción del final e su etapa con Garfunkel es una de mis favoritas, con esos arreglos y coros al estilo Beatle de Abbet road... que buena, ahora la pongo coño!
ResponderEliminarsóc jo qui ho vaig dir, però no m'aclaro amb els bloggs aquests! sóc un desastre!
ResponderEliminarok
ResponderEliminarsembla que me n'he sortit!!
jajaja