La sala estaba oscura, húmeda, y olía a orina, Guzzest se había despertado, no sabía que día era, ni donde estaba, tenía un fuerte dolor de cabeza, y la boca algo pastosa, a su lado y a ciegas notó algo, parecía cartón pero no conseguía ver muy bien que era aquel enigmático objeto, no recordaba aquel lugar, era muy estrecho, y ese olor?, intento levantarse, y al hacerlo se golpeó la cabeza, cayó hacia delante y la pared cedió, de repente se hizo la luz, todo estaba iluminado, medio aturdido abrió los ojos y observó un armario ropero, había dormido allí?, a su alrededor una habitación impoluta, sin ningún mueble mas, sólo aquel armario, al lado del armario una puerta, cerrada, Guzzest se levantó apresuradamente e intento abrir la puerta, no sirvió de nada, estaba cerrada, parecía preso. Miró dentro del armario, descubrió cuatro cartones de vino rancio en tetrabrick, dos envoltorios de “pantera rosa”, y una bolsa a medias de gusanitos, se miró el pantalón y parecía que se había orinado encima, entonces, encima del armario parecía haber un paquete, se apresuró a abrirlo, era una muda para él, el kit constaba de unos pantalones cortos blancos, de los que se transparentan al mojarse dejando ver toda la pelambrera, una camiseta de batman, unos calcetines de tenis, y unas bambas verdes, la camiseta le venía algo ajustada pero que demonios, sólo había esa talla. Una vez cambiado comenzó a recordar todo lo que le había pasado, la visita de los Pini, el viaje alucinante gracias a Flush, el sentido de la vida, el derrape marrón, y el secuestro….sí, había sido raptado por las Cucu, su líder, Leonora, le había obligado a permanecer en ese cuarto hasta que aceptará casarse con ella , en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte les separe, y de cómo había sido arrastrado al planeta Basadell muy lejos de su lindo y diminuto planeta.
Tenía que escapar y pronto, pero como lo haría? Sólo había una salida y estaba cerrada, los objetos que tenían no le servirían ni al mismísimo Mac Giver, entonces se sentó en el armario y escuchó un crujido, parecía que la madera cedía debido a la orina, que narices había meado Guzzest? Que llevaba el vino? Sería consecuencia de los cigarrillos risueños?, todo daba igual, aquella orina corrosiva había perforado tanto el armario como el suelo, dejando ver un pequeño pasadizo que le devolvería a la libertad. Saltó hacía el túnel, era un auténtico laberinto, para no perderse y coger una y otra vez el mismo camino dejaba tras de si, un gusanito de los sobrantes al comienzo de cada nuevo pasillo, y así consiguió salir, fuera había una pequeña nave espacial con forma de orinal, no sabía muy bien quién la había dejado allí, subió a la nave, a la cual bautizó como Alison 75, dentro había un mapa de la galaxia, parecía que alguien le quería ayudar a escapar, pero no importaba quién, no había tiempo, parecía que Leonora Cucu había detectado la fuga, se escuchó un fuerte grito: - la séeeeeeeeeeeeeeeeee!-., Guzzest encendió a Alison 75, en el mapa había una ruta, con unas coordenadas, marcó las coordenadas en el panel, la nave levitó y salió disparada hacia el nuevo rumbo, según el mapa, se dirigían hacia el planeta Riders……………to be continued.
Me niego a seguir protagonizando estos relatos sin ver un céntimo por derechos de imagen... a no ser que en la próxima historia aparezca con un tanga de latex color beige y me acompañe un pato...Tu verás lo que haces, especie de Lovecraft a la murciana...
ResponderEliminarEstás utilizando un nombre registrado, nene. Vigila con lo que ocurre en el planeta, y no es ninguna amenaza de parte de nadie, es una advertencia. Tú mismo.
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