Deconstrucción,
esferificaciones, espumas…. Cocina creativa la llaman, de investigación,
altamente vanguardista… Sí, eso está muy bien pero no está hecha la miel para la
boca del asno que se dice. Y sí, llevando eso a otro terreno puede que yo sea
el asno, y puede que algún tipo de música sea vanguardista, altamente creativa
y en ocasiones deconstructiva no os diré que no, pero a este asno al que soléis
visitar le suele gustar más un buen bocadillo de ternera con su cebollita y
escalibada de pebrots sin olvidarme, claro, de un buen “pa amb tomàquet”,
ayudado para la ocasión con una fresquísima cerveza tostadita Murphy’s, una de
mis favoritas por siempre jamás. Eso, en este extraño simil vendría a ser la música
de Scott H Biram, vendría a ser como ese pedazo de bocadillo, un goce, un
acabose total.
No es precisamente este músico
tejano un novato, un niñato que se apunte ahora a la moda de la americana. Perdonadme
la expresión, pero Biram tiene ya los huevos pelados de sacar buenos discos y
excelentes canciones. No entiendo como no lo he traído antes a la isla pues
algunos de sus anteriores discos, creo que lleva media docena, sobretodo “Graveyard
Shift” del 2006 me han acompañado muchas veces últimamente. Hace bien poco que
Scott nos trajo su séptimo disco, ese que tiene esa espectacular portada, esa
en la que parece salir de un río sangriento, mirando al cielo, pidiendo explicaciones
al de arriba, si es que arriba hay alguien. Lo escuché, me gustó pero no estaba
yo en esa onda, en ese momento de darle cancha y escuchas a un disco que parecía
notabilísimo. Hace unos días me reencontré con él y no puedo estar más
contento. Un disco que no se mueve ni un ápice de lo marcado en anteriores
entregas pero que sigue siendo tan delicioso como ese bocadillo del que os hablaba.
Scott H. Biram - “Nothing But Blood” (2014): 01.- Slow & Easy/ 02.-
Gotta Get To Heaven/ 03.- Alcohol Blues/ 04.- Never Comin' Home/ 05.- Only
Whiskey/ 06.- Jack Of Diamonds/ 07.- Nam Weed/ 08.- Backdoor Man/ 09.- Church
Point Girls/ 10.- I'm Troubled/ 11.- Around The Bend/ 12.- Amazing Grace/ 13.- When I
Die/ 14.- John the Revelator
El country-folk de “Slow and
easy” abre magníficamente el disco, te atrapa de primeras y hace que nuestros
sentidos se concentren cien por cien en lo que está por venir que no está nada
mal, escuchad esa maravilla que es “Gotta get to heaven”, con ese toquecito gospel
final… Hallelujah! Entonces llega el cañonazo de “Alcohol Blues”. Trallazo
sideral. Una magnífica versión de las que abundan y lucen en el disco. Encontraremos
más adelante el “Backdoor Man” de Willie Dixon, “I’m Troubled” de Don Watson, y
las tradicionales “Amazin Grace” y “Around the bend”. Por el medio encontramos
joyitas como el folk de “Never coming back” o de “Nam Weed”, que son la repera.
Pero Biram no sólo entrega maravillas sonoras, también nos entrega descargas eléctricas,
sudorosas, pantanosas y cerveceras como la brutal “Only Whiskey”, ese blues
descomunal que es “Jack of Diamonds”, una de mis canciones favoritas del disco,
o el trallazo de “Church Points Girls”. Scott H Biram entrega un disco más que
notable aunque algo falto de
cohesión, de estructura definida, parece más un grupo de canciones sueltas que
un álbum con pies y cabeza, de todas maneras la mayoría de las canciones son
tremendas y hacen del disco un gran disco.
Buenas noches Niko, Biram, Biram, Biram,,,, en qué carpeta metemos a Scott,,, lo he intentado poco y mal con él, pienso que se le va la cabeza demasiado pero que cuando afina es muy buen músico.
ResponderEliminarla Murphys es mi irlandesa favorita ever, Red Irish, si señor, Abrazo!