Justin Vernon es un tipo barbudo de Wisconsin que un buen día decidió realizar en el 2007 un retiro voluntario en una cabaña perdida entre árboles y rocas en la cima de una montaña. A Justin le acompañó exclusivamente su guitarra, entre ambos saltó la chispa y como consecuencia nacieron una docena de canciones, algunas de ellas han pasado a formar parte del delicioso y delicado disco “For Emma, Forever ago”. Justin Vernon lo firma bajo el nombre de Bon Iver, por el título del disco supongo que el retiro espiritual se produjo por problemas amorosos, esa chica llamada Emma o la palmó o le dejó por otro, o por otra (eso sería aún mas jodido si cabe). A qué se parece Bon Iver? Pues se parece a los primeros tiempos de Iron & Wine aunque también notamos ecos a Bonnie “Prince” Billy, así que Justin puede estar contento si en el mismo párrafo ponemos su nombre junto al de Bonnie y el de Sam Bean, pero la verdad, no es uno ni otro, pero gustara a quién le gusten este par de geniecillos folk. La mejor del disco es Wolves, al menos en las primeras escuchas, buenísima, y podemos destacar Flume, Skinny Love y For Emma. Un disco precioso, para rupturas, bajones anímicos y melancolías varias, recomendado para aquellos que cuando estamos deprimidos nos gusta deprimirnos mas, bajar hasta los infiernos y salir de allí pensando que has aprendido algo, y si este viaje se hace con música tan deliciosa y reconfortante como la de Bon Iver seguro que la experiencia habrá merecido la pena.
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