Hellboy (2019)


No contar con Guillermo Del Toro ni con Ron Pearlman parecía un handicap excesivo para continuar con la saga del demonio rojo creado por Mike Mignola. La versión que nos dio Del Toro en las dos películas anteriores se alejaba un algo de la estética del cómic, menos sangre y violencia, y nos daba más fantasía para todos los públicos y mil y un cachivaches de esos que encantan a Del Toro. En general, se puede decir que, las dos películas son notables, mejor la segunda que la primera, y que funcionaron bastante bien aunque se ven algo viejunas y pasadas de moda cuando se retoman... Este 2019 se estrenó una tercera parte, que no es tercera sino primera de un reinicio. Con Neil Marshall en la dirección, más conocido por su presencia en series que en la gran pantalla, y con David Harbour como el nuevo Hellboy. A Harbour también se le conoce más por su papel televisivo en Stranger Things que por otra cosa... Por tanto, el cambio es un bajón, y tal vez por eso fichan a Ian McShane y a Milla Jovovich (que sigue igual de mala actriz y mucho menos atractiva) pero todo acaba por dar un regusto a recalentado que ni os cuento. Sí es verdad que hay un algo más de oscuridad y acercamiento a la idea original que en las dos primeras películas pero, puede que por la censura empleada que eliminó mucha sangre o simplemente por falta de calidad, la cosa no funciona. Escenas de acción una tras otra sin gancho, una malvada sin mojo, unas criaturas feícas (aunque eso no está mal porque es parte de la nueva estética) y un Hellboy que no trasmite, sin magia y de gatillo fácil. El argumento es plano, tontuno y sin ingenio ni fantasía. Vamos, qué queréis que os diga. Un resbalón importante, una gran decepción. La vi enterita pero no creo que la vuelva a ver en la vida. Una lástima, había ganas de rocanrol. 

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