Suelo recurrir a menudo a los Doors.
Jim es mi chamán. Cada vez que mi cuerpo flaquea, que mis
pensamientos se dispersan y la cosa se pone turbia vienen los Doors y
me rescatan. También es verdad que igual que la gente cuando empieza
a aparecer el sol le da por ponerse canciones pop bailongas, de
estribillo pegajoso y con letras sin chicha ni limoná a un servidor
le da por ponerse el debut de los californianos que no tiene nada de
bailongo pero que al calor del sol en la playa (más aún en Venice)
me suena de putísima madre. Los Doors son mucho para mí, entiendo a
quienes no les guste pero no saben lo que se pierden, entrar en ellos
es descubrir un mundo nuevo. Una de mis 10 bandas favoritas de todos
los tiempos, que con seis discos oficiales con Jim en vida tiene
seis clásicos nikochianos del copón, y creo yo, sin discusión
alguna, tres obras maestras (The Doors 67, Strange Days 67 y LA Woman
71), dos sobresalientes (Waiting for the sun 68 y Morrison Hotel 70)
y un adorable notable (The Soft Parade 69), además de ese directazo
increíble e indispensable que es “Absolutely live” para entender
no sólo a la banda, sino también su importancia tanto en la música
del momento como en la sociedad.
En 1967 aparecieron dos discos que de
haber sido solo uno probablemente estaría entre los mejores dobles de
la historia. Por separado igualmente están en la cumbre, pero
sobretodo el debut, ese “The Doors” es canelita. Puede que el
órgano de Manzareck se le atragante a muchos pero Ray es un músico
de postín, un auténtico genio. El resto de músicos, Krieger y
Densmore, están sobradamente a la altura y son mejores de lo que la
gente cree. Recomiendo ver el documental “Classic Album” sobre
este disco, se te queda cara de alelao con tanta genialidad... Bueno,
sigamos. Todo el disco es absolutamente genial, su “Cara a” es el acabose pero claro, esta sección se llama “Cara b”, vamos
pues con ella: después del despiporre de "Light my Fire" que cerraba la
primera cara, esta segunda la abre una versión, pero qué versión.
Morrison aullando a la luna el "Back door man” de Willie Dixon.
Inmejorable. Atómica. Un blues bañado en ácido con Jim de maestro
de ceremonias. Luego llega “I looked at you” que es un
divertimento popero y algo tontuno pero a mí me vuelve loco
escucharlo. “End of the night” ya es harina de otro costal, con
una atmósfera misteriosa, claustrofóbica y romántica. Temazo que me
suele venir a menudo a la cabeza. Cómo cantaba Jimbo! Y eso que no
sabía, que lo suyo era ser poeta! Si llega a saber.., la leche!.
Después de esta balada descomunal toca mover las caderas con “Take
it as it comes” que es un temarro de los buenos, buenos, que
algunos terrícolas sin muchas luces creen que pertenece a los
Ramones, su versión es muy buena pero no es la de los Doors. Y para
rematar los 12 minutos de la magistral “The End”. Una obra
maestra dentro de una obra maestra. Un lujo. Una locura inigualable
que conocí a los 13 años y aún hoy me deja con la boca abierta.
Una cara b de lujo para un disco top, para un classic album
indispensable. Esta mañana lo he vuelto a escuchar y me sigue dando
las mismas vibraciones que el primer día.
Vaya!!!! alegre coincidencia. tengo preparado mi post para los doors, esperaré unos días que este mola mucho je je je. El último documental de los doors les hace más justicia que el malillo (a mi entender) biopic de Oliver El Piedras. Saludos
ResponderEliminarEl documental supongo yo el "When you're strange" no? Ese es magnífico. Ver a Jim así, tan de verdad... No te pierdas el "classic album" de su debut, bueno, la mayoría de los documentales "classic album" son una delicia, mi favorito el de Graceland, Who's next y ese de los Doors. Un saludo Chals, y publica pronto el post que me has puesto los dientes largos!
ResponderEliminarCoincido al 100%, los Doors son uno de los grandes de verdad, entre los 10 primeros y, si fuera necesario, hasta fuera de las listas y comparaciones, estarán en otra dimensión.
ResponderEliminarNo olvidemos tampoco sus recopilaciones "13" y "Weird Scenes Inside the Gold Mine", el primer Lp que compré de ellos el año 72, en el Rastro.
¡Larga vida al Lagarto!
The Doors son palabras mayores. Lo que hubiera dado por ver a Jimbo y sus secuaces en su momento, aunque he de decir que soy de los afortunados que vi a Manzarek y Krieger con Ian Astbury de The Cult haciendo de Morrison, y os digo que ha sido uno de los conciertos de mi vida, porque Astbury te hacía creer que Jimbo estaba vivo, qué CONCIERTO!!!
ResponderEliminarEste primer disco en efecto es una obra maestra, y su segunda cara memorable, me pasa como a ti, no puedo dejar de oirlo.
Un abrazo trufero.
Yo llegué a los Doors gracias a la compilación "13" que como dice Javier de Gregoiro es estupenda. Me dejó prestado el vinilo mi profesora de música en segundo de BUP, ya vio que yo no era de este planeta.... Eso de que los profesores te presten cositas para despertar tu cultura ya no se hace no? suerte que mi madre no sabía que decía Jim en The End sino esa profesora hubiese dejado de ejercer para toda su vida.
ResponderEliminarLos Doors son un grupazo enorme, atemporal y un clásico imprescindible. Por todas esas emociones que describes cuando lo escuchabas antes y ahora son tan grandes. Esa virtud la han tenido pocos grupos a lo largo de la historia. Saludos!!!
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